"Están matando a mi mamá", con estas palabras alertó un niño de seis años a la Policía Local de A Coruña de que la expareja de su madre se encontraba en su vivienda, de que la estaba agrediendo y de que necesitaban ayudaniño de seis añosPolicía Local de A Coruña madreayuda. Todavía no habían dado las seis de la mañana del pasado domingo, cuando el pequeño cogió el teléfono para pedir que acudiesen a su casa, donde estaban su madre, su hermano pequeño, de tan solo unos meses, y el agresor.

El inspector jefe de la Policía Local de A Coruña, José Manuel Rico, explicaba ayer que el pequeño llamó a los agentes y que dio su dirección para guiarles hasta su domicilio. El hombre, que fue detenido acusado de haber cometido los delitos de violación de morada, quebrantamiento de una orden de alejamiento y violencia de género, amenazó de muerte, según el inspector Rico, no solo a su expareja sino también a los pequeños. "Era un niño de seis años cuidando a un bebé de meses, son circunstancias que le obligan a madurar antes de tiempo", explica José Manuel Rico.

La concejal de Igualdade e Diversidade, que tiene atribuidas las competencias de Seguridad Ciudadana, Rocío Fraga, comparte esta sensación de "sentimientos encontrados", ya que la llamada del pequeño fue "imprescindible" para detener al agresor y para salvarles de esta situación de peligro, pero también de "tristeza" por que un niño tan pequeño tenga que saber cómo reaccionar en un momento así. "Es una sensación de infancia robada", describía ayer Fraga, ya que el menor, que reside en el barrio de Labañou, ha tenido que comportarse "como un adulto".

Cuando los agentes llegaron a la vivienda, según relata Fraga, comprobaron que se estaba produciendo una agresión -la mujer tenía un fuerte hematoma en la cara- y detuvieron al hombre, que solicitó asistencia sanitaria antes de ser trasladado a comisaría. El inspector jefe de la Policía Local puntualizó ayer que el presunto agresor podría estar "bajo los efectos de alguna sustancia" en ese momento.

En este caso, el Ayuntamiento desconoce por qué el pequeño sabía que tenía que marcar el teléfono 092, pedir ayuda y apartar a su hermano de la situación de peligro, si se lo había dicho su madre o si lo había aprendido en el colegio. "No sabemos por qué lo hizo, pero menos mal que lo hizo y con tanta serenidad. Lo primero que hizo fue poner a salvo a su hermano pequeño, cuidarlo, atenderlo, darle un biberón y, mientras lo hacía, llamó a la Policía Local. Es maravilloso, pero muy dramático al mismo tiempo", relata Fraga.

La mujer recibió cobertura de la Policía Local, tanto ese día como el siguiente, de manera que fue acompañada por los agentes a casa de su familia para que estuviese "atendida y para que descansase". También se entrevistaron con ella unas horas después de la agresión para conocer los detalles de su situación y para ofrecerle la ayuda del Concello. "Redactaron un informe para el Centro de Información á Muller (CIM) y para Servicios Sociales, para que se tenga en cuenta en el tratamiento, porque nosotros, siempre que hay comparecencia de la Policía Local en un caso de violencia de género ante la Policía Nacional, que es la que tiene las competencias, nos ponemos en contacto con las mujeres, por si quieren pasarse por el CIM y ver qué pueden necesitar", comenta Fraga. La edil demanda mayor coordinación con la Policía Nacional para saber qué pasa con las víctimas una vez que denuncian y que el 092 les traslada el caso.

En el caso de esta madre -agredida por su expareja, de 31 años y vecino de A Coruña-, cuenta con "una buena red familiar", algo que, en estos casos, según explica Fraga, es "muy importante". Y es que, cuando no existe esta relación, se ponen en marcha otros recursos, como la búsqueda de plaza en una casa de acogida, en caso de que ellas accedan a recibir esta ayuda. "Es importante que establezcamos protocolos de colaboración mucho más estrechos con la Policía Nacional para hacer seguimiento conjunto de estos casos", expone Fraga, que incide en la necesidad de destinar más recursos públicos a la protección de las víctimas.