Hace diez años se retiraba de los parques y jardines la patrulla a caballo de la Policía Local, la había creado el entonces alcalde Francisco Vázquez cuatro años antes. La eliminación de este servicio se decidió por sus elevados costes de mantenimiento y por la falta de actividad, ya que, los agentes no patrullaban a caballo, aunque sí que los sacaban del picadero para actos como la cabalgata de los Reyes Magos de 2008. Eso sí, su función, entonces, era la de integrarse en el desfile y no la de vigilar la seguridad de los asistentes al acto.

En sus últimos dos años de vida, los agentes de esta patrulla montada hicieron tan solo diez servicios, aunque el Concello tuvo que asumir los gastos de mantenimiento de los animales y también los costes de la formación de los agentes que integraban este equipo, en concreto, siete policías locales, un sargento y ocho caballos de la Sociedad Deportiva Hípica.

El Gobierno local nunca especificó a cuánto ascendía el presupuesto de esta patrulla rural que se había creado para vigilar parques y zonas verdes, como O Portiño o el entorno de la Torre de Hércules. En octubre de 2007, el Gobierno local creó una división con funciones similares a las de la policía montada, la denominada patrulla verde , que actualmente mantiene su labor y patrulla en bicicleta . Ambas coexistieron, pero poco tiempo, ya que en enero de 2008, los agentes se bajaron de los lomos de sus caballos y no volvieron a coger la fusta y las riendas. La creación de este cuerpo fue criticada por el BNG, que en 2004 estaba en la oposición, y cuando se disolvió esta rama rural del 092, formaba gobierno en coalición con el PSOE. El entonces primer teniente de alcalde, Henrique Tello, recordó que, históricamente, este cuerpo de policía montada había tenido durante el último siglo "una función represiva", por lo que discrepaba de la utilidad y necesidad de tener en la ciudad un cuerporasí. Los sindicatos policiales tildaron de "trasnochada" la idea, aunque, finalmente, el Concello la puso en marcha. Esta supresión del cuerpo se dio durante el conflicto abierto entre el Concello y la Policía Local por sus salarios, de modo que los agentes se negaban a hacer horas extraordinarias.