La justicia social, los barrios, la movilidad, el tejido asociativo de la ciudad y un concepto tan amplio como "las personas" son los argumentos en los que se han apoyado los grupos municipales del PP y el BNG para presentar alegaciones al presupuesto de 2018, aprobado de forma inicial en la última sesión plenaria del año pasado. El PSOE, la única agrupación que respaldó las cuentas, después de negociarlas con el Gobierno de Marea Atlántica los meses anteriores, no puso reparos al documento.

Las enmiendas que plantean populares y nacionalistas serán estudiadas por el Ejecutivo municipal, para que, tras emitir una respuesta, el presupuesto sea llevado de nuevo al pleno para su aprobación definitiva y su consiguiente entrada en vigor. Todavía no hay fecha para la resolución de las alegaciones ni para el próximo pleno extraordinario.

Las alegaciones del PP suponen modificaciones por casi 53 millones de euros de un presupuesto total de 246,8 millones, mientras que las del BNG tienen un importe que supera los seis millones. La portavoz popular, Rosa Gallego, explicó ayer que su grupo propone 10,5 millones para actuaciones "que inciden directamente en los coruñeses" en los ámbitos de los servicios sociales, el empleo, comercio y mercados y la educación, cultura y deporte. Otros 24,4 millones tendrían como destino trabajos de urbanismo, infraestructuras, movilidad y medio ambiente para tener incidencia en los barrios. Y 3,1 millones serían para beneficiar a asociaciones y colectivos a los que Gallego considera que el alcalde, Xulio Ferreiro, "pone trabas".

Los populares concretan algunas de sus propuestas inversoras que desearían que el Gobierno local incorporase al presupuesto, entre ellas la remodelación de las polideportivas de Riazor, un plan integral de innovación, un servicio de lavandería para mayores, mejoras en parques y jardines, continuar la urbanización del parque ofimático, un plan de mejoras en vías públicas y reparaciones en los locales municipales de las asociaciones.

Para financiar estas y otras inversiones, el PP exige al Ejecutivo de Ferreiro que reduzca en 11,8 millones el gasto en fiestas, externalizaciones, publicidad y "falsa participación". Los populares presentaron en el pleno en el que se votó el presupuesto, a finales de diciembre, una enmienda a la totalidad de las cuentas, que fue tumbada por Marea y el PSOE y ante la que se abstuvo el BNG. Gallego incidió ayer en la necesidad de "romper y volver a empezar una propuesta de presupuesto", y criticó a los socialistas por "dar un cheque en blanco" al Gobierno local y respaldar las cuentas.

El grupo nacionalista dio a conocer este martes sus alegaciones, que tienen por objeto dar prioridad a los servicios públicos, la movilidad, la justicia social y los barrios y reducir el gasto en las externalizaciones y los festejos. Entre otras propuestas, la portavoz del BNG, Avia Veira, defiende elevar de uno a 1,6 millones de euros la partida para la renta social municipal y consignar inversión para el desarrollo de un plan de inclusión social.

En el apartado de los barrios el grupo recoge hasta 26 actuaciones, como rehabilitaciones en la zona del Observatorio, la calle de la Torre, el primer tramo de la ronda de Monte Alto y la puesta en marcha de la segunda fase del corredor entre las calles Ribeira Sacra y Fragas do Eume en Novo Mesoiro, además de la mejora de espacios públicos en Sagrada Familia As Xubias, San Pedro de Visma y Palavea.

El BNG reclama al Concello que apueste de forma "decidida" por la movilidad, campo en el que propone que se repare el pavimento de la estación de autobuses y se recupere el carril bus. También defiende que se convoque una consulta pública sobre el futuro de los terrenos del Puerto, al considerar insuficiente el foro con expertos, entidades, instituciones y vecinos programado por el Gobierno local a finales de abril.

Con la previsible aprobación definitiva del presupuesto, el Gobierno de Ferreiro empezaría a ejecutarlo entrado el mes de febrero, casi cuatro meses antes que en 2017 y en 2016, ejercicios en los que las discrepancias con el grupo socialista retrasaron su entrada en vigor. Las cuentas crecerán este año un 3% y la inversión en obras, de 29 millones, un 5,6%. El PP los criticó ayer porque considera que "no resuelven los problemas reales de los coruñeses".