Con una densidad de población disparada (688,87 habitantes por hectárea ), altas cifras de paro y un elevado índice de envejecimiento, el Agra do Orzán necesita reformularse para tomar impulso. La clave para el éxito de este proceso, subraya Jorge Hortas, coordinador de la propuesta ParticipAgra, es dotar de espacios públicos de calidad a un barrio que carece de ellos. Apenas la calle Barcelona y la plaza de As Conchiñas funcionan como zonas de esparcimiento. "Si todos los vecinos bajasen a la vez a la calle en el espacio que ocupa un coche tendrían que amontonarse quince personas", resume Hortas.

Hace casi una década, el proyecto A Cidade dos Barrios proponía recuperar los patios de manzana para su uso público, pero tanto la normativa vigente como la oposición vecinal hicieron descartar esta posibilidad.

En su lugar, la propuesta de ParticipAgra pasa por rescatar puntos específicos del barrio que combinados aliviarían la presión demográfica favoreciendo la convivencia ciudadana.

Basta con liberar dos o tres plazas de aparcamiento, ampliar la acera protegiéndola del tráfico con una barrera vegetal e instalar una pequeña zona de reunión donde sentarse o jugar a las cartas para despertar el cambio. Si a esto le añadimos el rescate de los numerosos bajos vacíos que existen en el barrio para instalar en ellos asociaciones juveniles o agrupaciones sociales y la utilización de algunos solares sin uso como huertas urbanas la revitalización del Agra estará mucho más cerca.

Más medidas complementarias, como aprovechar la parte soleada de la plaza de As Conchiñas para el tránsito a pie y la sombra para el tráfico rodado o instalar jardines verticales, contribuirían también a mejorar la calidad de vida de los vecinos, cuya opinión es el eje sobre el que debe articularse la recuperación del barrio.