Quince meses después de haber cortado el puente de A Pasaxe en protesta por los vertidos a la ría, los mariscadores volvieron a intentarlo en la madrugada del 21 de enero de 2008, aunque la policía se lo impidió. El cierre de los bancos a causa de la contaminación y las ayudas insuficientes de la Xunta animaron a los trabajadores a manifestarse, como lo hicieron al día siguiente ante la aceitera Moyresa, hoy desaparecida. Un día más tarde cortaron A Pasaxe sin permiso y volvieron a causar importantes problemas en los accesos a la ciudad.

La Xunta hizo público además en aquellos días que chabolistas de Penamoa se habían asentado en A Pasaxe para mariscar de modo furtivo, lo que encrespó los ánimos de los profesionales del sector a pesar de que el Concello lo desmintió. En aquel momento no existía ningún proyecto para regenerar la ría pese a las continuas protestas de los mariscadores sobre la acumulación de lodos contaminados en el fondo.

Hubo aún que esperar años para que el Ministerio de Medio Ambiente elaborase un estudio sobre la situación del lecho de la ría, que confirmó la toxicidad de muchos de los sedimentos depositados. Diez años después, el ministerio lleva cuatro meses de trabajo para incorporar las alegaciones presentadas al proyecto de dragado, que tendrá un coste de 46,3 millones pero del que todavía se desconoce cuándo se ejecutará, aunque sí se sabe que tendrá una duración máxima de 23 meses.