No había movilización que se desarrollase en la ciudad en los últimos años a la que no acudiese con su megáfono el popular activista Nicanor Acosta, quien armado de este altavoz portátil arengaba a los congregados. La sustracción del aparato, al que vio por última vez el 24 de enero, le dejó ahora sin oportunidad de hacer oír su voz en las manifestaciones. No fue esto impedimento para que Nicanor asistiese el pasado domingo en Santiago a la que se realizó en defensa de la sanidad pública. "No es mi estilo hacer solo acto de presencia", dijo ayer.