El creador de Espinoso, Espinosola escultura que, desde 1998 hasta 2008 presidió la Furna dos Touciños, a los pies de la Torre de Hércules, Enrique Saavedra Chicheri, solicita al Concello que reponga su obra, tal y como planea hacer con la Caracola de Moncho Amigo, que sufrió desperfectos a principios de año, durante un temporal.

"En 2005 ya avisé al Ayuntamiento de que la obra necesitaba mantenimiento porque estaba sufriendo actos vandálicos. Cuando la colocamos, todo estaba calculado, la pleamar, la fuerza de las olas, la resistencia de los cables, pero no contamos con los animales que le iban a tirar piedras hasta reventarla", cuenta Saavedra, que asegura que, desde entonces, ha intentado, sin éxito, proteger la obra y, tras su caída al mar, cuando ya estaba muy deteriorada, en 2008, que sea repuesta.

"Yo estoy de acuerdo con que se repare la Caracola, que me parece una de las mejores obras del parque escultórico de la Torre, pero creo que todas deberían tener el mismo tratamiento, sin embargo, a mí, ni siquiera me reciben en una reunión", explica Saavedra.

Fuentes del Gobierno local, sin embargo, indican que el autor "se reunió en su momento con personal de la concejalía de Rexeneración Urbana e Dereito á Vivenda" y que lo hizo hasta "en dos ocasiones" y que, en ambas se le advirtió "de las dificultades para reponer la obra a causa del entorno en el que estaba ubicada, muy agresivo y poco propicio para una nueva instalación".

Saavedra defiende que la obra puede hacerse de nuevo e, incluso, más reforzada, con un acero inoxidable más grueso y con unos cables de sujeción todavía más fuertes de los que se colocaron en el Espinoso original. "En anteriores ocasiones, cuando la pieza aún estaba en su sitio, aunque ya había sido dañada, yo le dije al Concello que podía, incluso, ponerle más puntos de apoyo a la espina central, en vez de los tres que tenía, que fuesen cinco, aunque no fuese tan elegante. Así, por muchas piedras que le tirasen, no se abollaría, pero no hicieron nada", describe el escultor, que hasta el 4 de julio de 2008 presentó un presupuesto de cuánto costaría reparar la obra y reforzarla. Ese mismo año, durante un temporal, cuenta Saavedra Chicheri, que las pedradas recibidas durante años acabaron por debilitar las sujeciones y que, al final, el mar se llevó su obra.

"Espero que esta vez no caiga en saco roto mi petición de volver a colocar la escultura Espinoso, que es patrimonio de todos y forma parte del parque escultórico de la Torre", relata Saavedra, que asegura que, en este caso, fue el espacio el que dictó cómo sería la obra, porque, en ningún momento, pensó en "competir" con la Torre de Hércules sino que quiso crear una pieza que no se viese desde otros puntos de la costa, que hubiese que ir hasta los pies de la Torre de Hércules para disfrutarla.

Es el mismo principio en el que se basa el Monumento al voyeur, Monumento al voyeurese gran telescopio apoyado en una roca por el que se divisa el horizonte desde una silla de cinco metros de altura que está en Sabón y que, ahora, tiene su futuro amenazado. Puertos, según explica Saavedra, le ha comunicado hace tan solo unos días que debe ir pensando en "mover" la obra de sitio, porque una parte interfiere en una de las enfilaciones que los barcos utilizan para entrar en el puerto exterior y que esa anomalía debe ser corregida. "Es el sitio en el que vivo y son las dos obras que más me gustan y una no está y la otra, no se puede quedar...", lamenta Saavedra, que estudia una solución para Monumento al voyeur que no desvirtúe la idea original. "Esa pieza no la puedo poner en otro lugar, nació para estar en esa piedra, que es natural", comenta.