El presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Losada, anunció en marzo de 2017 que la entrada en funcionamiento de la terminal petrolera de Repsol en el puerto exterior, prevista inicialmente para abril de 2018, se retrasaría unos meses, aunque ayer ya admitió que no se producirá antes de finales de este año y que incluso podría posponerse hasta principios del próximo.

"Se va a demorar un poco", declaró Losada, a pesar de que si finalmente la compañía pone en servicio sus instalaciones en diciembre lo hará ocho meses y medio después de la fecha que figura en el convenio suscrito con Repsol para el traslado, el 14 de abril de este año. "Sinceramente poco me preocupa unos meses arriba o abajo", manifestó el presidente del Puerto, quien considera que la operación para que la empresa opere en Langosteira "va por buen camino y tiene buenas perspectivas".

Losada recordó en una entrevista en una emisora de radio local que Repsol ya dispone de la autorización ambiental para su nueva terminal y detalló que en este momento concluye los trabajos de diseño del pantalán que construirá en la dársena exterior, aunque también tendrá que tender un nuevo poliducto entre Langosteira y la refinería que requerirá antes la expropiación de los terrenos necesarios. "Cada veinte días mantenemos una reunión de seguimiento con ellos para sacar adelante el tema", explicó sobre la relación con Repsol sobre este proyecto, que permitirá liberar una parte de la superficie que ahora ocupa en el muelle de San Diego.

Pero Losada no avanzó cuándo se alcanzará un acuerdo sobre la segunda fase del traslado de sus instalaciones en el puerto interior, que afecta al 40% de su actividad de la terminal. Hasta que no se produzca la mudanza completa de Repsol, esos terrenos no podrán ser utilizados para otros fines, aunque una vez que se haya desmontado la terminal habrá que descontaminar toda esa superficie.

Obras portuarias

Enrique Losada advirtió además que en punta Langosteira "queda mucho por hacer", ya que este año se construirá una ampliación del muelle principal con una longitud de 350 metros que impedirá la congestión del puerto exterior que se produce ahora cuando hay cuatro buques mercantes operando al mismo tiempo. A esto se sumará el inicio por Alcoa de la construcción de sus instalaciones y más tarde deberá hacerlo Oil Deposit Corunna cuando concluya la tramitación ambiental para su planta.

Sobre la relación con el Concello, Losada declaró que se halla en un "momento de calma", a pesar de que debe al Puerto cinco millones de euros por las obras de La Marina. Acerca de la consulta sobre el destino de los muelles urbanos calificó de "bueno y conveniente" recabar la opinión de la ciudadanía, pero advirtió que "también es importante tomar decisiones".