El ruido generado por la recogida de la basura durante la noche, uno de los motivos de mayores quejas por parte de la ciudadanía, deberá verse reducido por la empresa a la que se adjudique a final de año el nuevo contrato de este servicio, ya que el Gobierno local introducirá en el pliego de condiciones las exigencias de la utilización de vehículos menos ruidosos, así como de contenedores y elementos para su sujeción con un menor impacto sonoro. También se modificarán el horario de la recogida de vidrio, que ahora se realiza a primera hora del día.

Así lo detalló ayer la concejal de Medio Ambiente, María García, al anunciar que el miércoles se abrirá una consulta pública en la que los vecinos podrán efectuar sugerencias a través de la web https://noseusitio.coruna.gal/ acerca de las características de este contrato, que se adjudicará a finales de este año.

Esta iniciativa será la primera que se realice en España para un contrato de esta cuantía, ya que se licitará por 14,5 millones de euros. La nueva legislación sobre contratos públicos introducirá esta exigencia, pero el Concello coruñés se adelanta a su entrada en vigor ante las repercusiones que la recogida de residuos tiene para la vida cotidiana y el medio ambiente.

El nuevo contrato sustituirá al que prestó hasta enero de 2017 la empresa Cespa, que se había iniciado en 1967 por Ferogasa, posteriormente adquirida por Ferrovial Servicios, a la que también pertenece Cespa. Desde la finalización del contrato esta empresa continúa prestando el servicio, lo que ha generado críticas del PP al Gobierno local. Seguirá prestándolo hasta que se adjudique el nuevo, cuyo periodo de licitación tendrá una duración mínima de seis meses por exigencia legal. A las propuestas que realicen los ciudadanos se sumarán las reuniones con los trabajadores de la actual concesionaria, la Universidad, asociaciones de vecinos, los grupos políticos de la Corporación y diferentes colectivos.

"Este es el primer paso que define el modelo de residuos de una ciudad", destacó García, quien avanzó que el contrato exigirá mejoras en la prestación del servicio como la reducción del ruido durante la recogida, la instalación de un 25% de contenedores accesibles para personas con problemas de movilidad y la sustitución de los 15.000 recipientes de este tipo existentes ahora, además de la colocación de más para papel y vidrio. El lavado y reparación de los contenedores será cada quince días, aunque también habrá una revisión general de los mismos cada trimestre.

Los vehículos empleados también serán renovados parcialmente, de forma que los que se incorporen a la flota tendrán que ser eléctricos o consumir gas para producir menos emisiones contaminantes. El contrato fomentará además el reciclaje y la separación de residuos mediante campañas de educación continuas, aunque García señaló que los coruñeses recuperan un 25% más de envases que la media gallega y un 17% más que la española, con 47 kilos por persona al año.

El nuevo contrato introducirá un sistema especial de recogida para grandes productores de residuos, como hospitales, colegios, residencias y centros de día, ya que estas instalaciones generan el 30% de la basura de la ciudad. También se aplicará un dispositivo diferenciado para las calles de los vinos del centro, donde los contenedores se vaciarán dos veces al día de jueves a domingo, aunque en verano y Navidad se hará todos los días.

La concejal informó además de que el contrato supondrá el punto de partida para establecer tarifas de recogida en función de la separación de residuos por cada persona o empresa, ya que quienes lo hagan mejor pagarán menos y quienes se esmeren menos abonarán tarifas más altas. Pero García advirtió de que este sistema se implantará de forma progresiva a lo largo de los próximos años y que habrá que esperar a las ordenanzas fiscales de 2019 para que se inicie, aunque lo hará con aquellos generadores de residuos que sea más fácil de identificar.