"La limpieza no tiene fin, la suciedad tampoco". A modo de conclusión, Adolfo López reflexiona sobre la importancia de un servicio municipal que tanto preocupa a los vecinos, y a la ciudad en general, como la recogida de basuras. El nuevo contrato, que el Gobierno local licitará por 14,5 millones de euros y adjudicará a finales de este año, contará desde la próxima semana con sugerencias de ciudadanos particulares y colectivos con el fin de mejorar sus prestaciones. El presidente de uno de ellos, la Federación Unión Comercio Coruñesa (FUCC), avanza algunas inquietudes de su sector respecto a la retirada de residuos, que coinciden con otras que también tienen los hosteleros y los propios vecinos, los cuales serán consultados.

La reducción del ruido generado por la recogida de basura, una mejor distribución de los contenedores de separación de residuos, el refuerzo de la actividad en la zona centro en determinados momentos del año, una limpieza más eficiente de aceras y calzadas, la ampliación del horario para que los locales de hostelería depositen la basura en la calle, el control a la realización del trabajo y un mejor mantenimiento de los 15.000 contenedores de basura orgánica e inorgánica son las principales propuestas que estos tres colectivos expresan, y que transmitirán al Gobierno local cuando sean consultados.

El nuevo contrato sustituirá al iniciado en 1967 por Ferogasa, posteriormente adquirida por Ferrovial Servicios y que ahora se prestó hasta enero de 2017 por Cespa. Esta firma, del grupo Ferrovial, continúa prestando el servicio, entre críticas del PP por la demora en la nueva licitación.

Según ha avanzado el área de Medio Ambiente, el nuevo contrato exigirá que los vehículos utilizados para la recogida de basura sean menos ruidosos para evitar molestias a la población, una condición que la presidenta vecinal, Luisa Varela, asegura haber reclamado en el pasado al Gobierno municipal, y que cuenta con su aprobación y la del representante de los comerciantes. Varela va más allá en sus aportaciones, que dirige al reciclaje y a la limpieza general de las calles, que se regulará mediante otro contrato.

"Los contenedores deben tener un buen mantenimiento, limpiarse con bastante periodicidad porque se manchan mucho y ser repuestos rápidamente cuando se estropean. Los que son específicos para separar residuos deberían estar mejor repartidos por la ciudad, hay que facilitar las cosas al ciudadano poniéndolos en sitios cercanos", insiste Varela, que propone un trabajo de "concienciación" intenso a través de campañas para que los vecinos apuesten por el reciclaje.

López también demanda una "mejor distribución" de los contenedores y reitera que, como se ha venido haciendo últimamente, la recogida de basuras tienen que "intensificarse" en el centro de la ciudad por la mayor concentración de comercios, negocios hosteleros y público en acontecimientos festivos y lúdicos como la feria medieval. "Tener el centro limpio es un factor que ayuda mucho desde el punto de vista turístico. La ciudad tiene que dar la imagen de que está limpia a través del estado de sus calles y porque no hay basura en ellas", resalta el presidente de los comerciantes.

Los hosteleros centrarán sus propuestas al Concello en un aspecto que, según el presidente de la asociación provincial, hoy les supone "un gran problema": el límite hasta las doce de la noche para depositar residuos en los contenedores de la calle. "Después de esa hora la basura tiene que quedar dentro de los locales y en verano aún estamos trabajando y hay gente que está cenando. Es perjudicial. Si la dejamos dentro huele mal y si la guardamos en la cámara frigorífica nos exponemos a una sanción", explica Héctor Cañete, partidario también del refuerzo del servicio por las tardes en verano y de la limpieza frecuente de los contenedores.

Aunque las tareas de limpieza viaria serán incluidas en otro contrato que se licitará cuando se adjudique el de basuras, los sectores consultados, como el Concello, las vinculan a la recogida de residuos y reclaman al Gobierno local que "se esmere" en este trabajo. "Muchos barrios están sucios. Hay que tener más constancia en la limpieza, quizá limpiar más horas", comenta Luisa Varela. "Además de en la calzada hay que actuar en las aceras y recoger las deposiciones de los perros", añade Adolfo López como parte de esa reflexión suya sobre los límites de la suciedad.