Héctor Pombo inició su sueño en abril del año pasado, cuando se instaló en el número 10 de la calle San Andrés, frente a Torreiro, para abrir Kokoro Concepto Store, una pequeña tienda de ropa en la que mezcla clasicismo y actualidad. Ayer fue la primera vez que se vio obligado a bajar la verja del establecimiento. El motivo, los destrozos de un robo sufrido el martes a primera hora de la mañanarobo . "Me destrozaron dos lunas y he tenido que hacer mucho papeleo del seguro y la denuncia. Soy autónomo y no me puedo permitir cerrar la tienda", expone.

Este emprendedor lleva diez meses al frente de la tienda y en este tiempo ha sufrido ya cinco asaltos. "Nunca sé lo que me voy a encontrar. Dos veces me rompieron el escaparate por peleas y otras tres por robos", recuerda. Entre los objetos sustraídos del escaparate, destacan un sofá y ropa. "Suele coincidir cuando hay festivos como Difuntos, San Juan o Carnaval", apunta.

El último susto se lo llevó el martes, aunque esta vez la Policía detuvo al autor del robo. "Yo tengo cámaras y dejo las luces encendidas pero siguen viniendo. Es increíble. Me rompieron el escaparate el 1 de enero y ahora otra vez. No han pasado ni dos meses", protesta.

Por muchos obstáculos que se le crucen, Héctor Pombo no se rinde y Kokoro seguirá abierta. "Me duele mucho y estoy enfadado pero es un proyecto que quiero hacer desde hace mucho así que pueden venir cosas malas que yo seguiré trabajando", manifiesta con optimismo.

El dueño del establecimiento espera reabrir hoy, aunque sin el escaparate. "De momento no podré tenerlo porque tardan dos días, más o menos, en volver a poner los cristales. No me importa, intentaré colocarlo todo para abrir la tienda. Además, soy autónomo y tengo que pagar mis gastos así que no puedo cerrar más días", indica.

Los robos, además de obligarle a hacer un parón en su actividadrobosparón , le causan problemas con su seguro. "Cada luna suele costar 1.000 euros y ya van cinco robos, así que es normal que el seguro no quiera que siga ahí. Para mí es un problema porque tengo que buscar otro y van a saber que mi tienda ha sufrido cinco asaltos en menos de un año. Siento impotencia", explica un Héctor Pombo molesto, quien añade que "la mayoría de estos robos se produjeron por la mañana, no de madrugada".

Estos destrozos siempre se han centrado en el escaparate, no en el interior de la tienda. "Da una mala imagen porque al final el escaparate sirve para atraer clientes, que quieran ver más de lo que enseñas fuera. Esto hace que tenga menos ventas", lamenta.

El dueño de Kokoro Concept Store espera que después de este pequeño paréntesis pueda retomar la actividad con total normalidad y que no se repitan estos incidentes. "Algo habrá que hacer para que estas cosas no pasen. Por ejemplo, que haya más patrullas durante el día", propone Pombo, que quiere que "la zona centro, donde van los turistas, siga viva".