El buen día de ayer invitó a muchos a salir a caminar y disfrutar del sol y el mar después de unos días de lluvia. El paseo marítimo se llenó de gente desde primera hora de la mañana, aunque hubo algunos que prefirieron caminar por la arena. Una pareja caminaba por las dunas de la playa de Riazor con la silla de su bebé a cuestas. Una caminata que no parecía muy cómoda, pues las ruedas se hundían en la arena.