Durante el año pasado, 66 vuelos fueron desviados en Alvedro al no poder tomar tierra, según los datos oficiales de AENA. Eso implica que 132 trayectos se vieron afectados, ya que, si los aviones no aterrizan en el aeropuerto de A Coruña tampoco pueden salir de él para su próxima ruta. En total, la plataforma Vuela Más Alto estima -a falta de la cifra exacta, que todavía no está disponible- que fueron 17.000 los pasajeros de Alvedro que sufrieron las consecuencias de la falta de ayudas a la aproximación en la cabecera 03, la más alejada de la ría, y en la 21. Es una cifra inferior a la de 2016, cuando Alvedro llegó a sus peores registros, con 166 vuelos desviados.

Durante el año pasado hubo una variable que alteró la fórmula de los desvíos y es que, a partir del 12 de octubre, el gestor de navegación áerea en España, Enaire, decidió bajar el punto en el que los pilotos deben decir si abortan el aterrizaje o si siguen adelante en la cabecera 21, la más cercana a la ría.

Tan solo en tres días de agosto -el 24, el 28 y el 29-, Alvedro vio cómo sus estadísticas de pasajeros bajaban al perder 1.416 viajeros por el desvío de seis aviones, todos producidos en la cabecera 21. Para entonces, los pilotos tenían la obligación de decidir si podían o no aterrizar a 2.000 metros de visibilidad horizontal y con un techo de nubes igual o superior a 250 pies. Esas medidas se redujeron en octubre, con un descenso de 35 metros del punto de decisión.

A partir del mes de abril, Enaire iniciará las pruebas necesarias para bajar todavía más este punto, aunque no ha especificado cuánto. Hasta marzo de 2013, los límites estaban fijados en 600 metros de visibilidad horizontal y 165 pies, unas cifras con las que el aeropuerto de A Coruña ganaba en operatividad. Con esta medida, lo que se consigue, según explica Enaire, es que el radioaltímetro de los aviones ofrezca una "lectura correcta en la ubicación exacta del punto de decisión", algo que, actualmente, no se produce.

Es una de las medidas que ha decidido implantar en Alvedro para reducir los desvíos. La otra está pensada para la cabecera 03, la más alejada de la ría. Para entrar por esta parte de la pista, que se utiliza cuando no se puede operar por la 21, porque, por ejemplo, sopla el viento a favor de la marcha del avión cuando va a aterrizar -esta maniobra debe hacerse con el viento en contra-, Enaire ha decidido integrar la navegación por satélite, así que, se fijarán unas coordenadas que permitirán a los pilotos acercarse a la pista sin que el monte Xalo suponga una interferencia en su trayectoria.

Una vez que salven el obstáculo, volverán a la maniobra manual, de modo que no contarán con ayudas instrumentales para aterrizar, sino que tendrán que hacerlo de manera visual, aunque sí que contarán con puntos de referencia definidos. En principio, esta maniobra solo se realizará de día, pero según el informe de Enaire, las compañías podrán integrarla también tras la puesta de sol pasado el tiempo, cuando ya la hayan ensayado y tengan "confianza en su uso".

Enaire advierte de que estas soluciones han sido elaboradas por un grupo de trabajo en el que, además de AENA y la Dirección General de Aviación Civil están representadas las compañías que operan en Alvedro y la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), por lo que cuentan con su visto bueno, aunque todavía tienen que ser testadas en el terreno y necesitan conseguir los permisos que garanticen su seguridad.

Estas aprobaciones requieren un proceso de tramitación, por lo que, según fuentes de Enaire, la aplicación no será inmediata. La entidad precisa que no es necesaria una gran inversión económica para la puesta en marcha de estos métodos, ya que no requieren la construcción de infraestructuras.

La Plataforma Vuela Más Alto prevé que la cabecera 21 podrá reducir sus desvíos en un 50%. " Las aerolíneas podrán volver a operar en la categoría II del ILS, y los aviones podrán acercarse mucho más a pista -el punto de decisión pasa de ser a la altura de Montrove, a ser próximo a la autopista AP 9-", explican en su web. Para la cabecera 03, la entidad carece de una estimación de los desvíos que pueden evitarse, aunque cuenta con que se reduzcan.

El director del aeropuerto de A Coruña, Jesús Campo, aseguró ayer a este diario que el personal de Alvedro participaba como invitado en el grupo de trabajo formado por Enaire y que "reducir el número de operaciones desviadas o canceladas por baja visibilidad será una muy buena noticia para el aeropuerto".