El coruñés detenido en enero de 2013 dentro de una operación contra la pedofilia desarrollada por la Guardia Civil de Huelva se ha declarado culpable y ha aceptado ser condenado a pagar una multa de 1.260 euros. El procesado admitió ante el titular del Juzgado de lo Penal número 4 de A Coruña haber descargado archivos pedófilos de internet.

El sospechoso fue descubierto a finales de enero de 2013, un año después de acceder a las imágenes a través de su ordenador, dentro de una investigación llevada a cabo por la Guardia Civil de Huelva. Los agentes utilizaron un programa informático para localizar a usuarios que a través de internet habían descargado y, algunos de ellos distribuido, ficheros con contenido pedófilo.

De esta forma, siguieron el rastro de los archivos e identificaron desde qué dispositivos se había accedido a ellos. Uno de ellos los llevó hasta la computadora de una vivienda situada en el barrio de Os Mallos, en A Coruña. El imputado descargó entre el 8 y el 15 de febrero de 2012 diez vídeos con menores realizando prácticas sexuales, tanto con adultos como con animales.

La Guardia Civil, tras localizar el ordenador desde el que se descargaron, irrumpió en casa del imputado el 23 de enero de 2013. El Juzgado de Instrucción número 2 de Aracena (Huelva), que es el que dirigía la investigación, dictó un auto en el que acordó la entrada y registro del inmueble del procesado. Los agentes, dentro de la misma operación, detuvieron a otros sospechosos en diferentes localidades de España.

Los funcionarios se incautaron en Os Mallos de una computadora portátil y de cinco discos duros externos. Tras analizar su contenido, descubrieron archivos con escenas sexuales en las que intervenían menores de edad. La Guardia Civil no encontró "evidencias" de que el acusado hubiera compartido los vídeos a través de internet o de cualquier otro medio con otros pedófilos, según indica el magistrado en la sentencia. Por ello, solo fue condenado como autor de un delito de posesión de material pornográfico en cuya elaboración se utilizaron menores de edad. El abogado del procesado llegó a un acuerdo sobre la pena con la Fiscalía una vez abierto el juicio y antes de iniciarse la práctica de la prueba.

Tras el pacto entre las partes, el magistrado del Juzgado de lo Penal número 4 de A Coruña dictó sentencia oral en la sala. Contra el fallo no cabe recurso porque el acusado se declaró culpable y se mostró conforme con ser castigado a abonar una multa de 1.260 euros. El vecino de Os Mallos solicitó el fraccionamiento de la sanción en tres plazos mensuales de 420 euros, algo a lo que no se opuso el representante del Ministerio público. En caso de no abonar la multa, será privado de libertad.