Las cifras de criminalidad criminalidad de la ciudad de enero a diciembre de 2017 reflejan un incremento del 2,7% de las infracciones penales, que pasaron de los 9.415 delitos de 2016 a los 9.671 del año pasado. Son significativos los aumentos de los robos con violencia e intimidación, que vuelven a subir después de haber bajado en 2016. En 2015 se contabilizaron 205, en 2016, 186 y, en 2017, 211, lo que supone un ascenso del 13,4%.

Los robos con fuerza en domicilios también se incrementaron durante el año pasado y mantienen la tendencia de 2016, cuando volvieron a crecer después de la fuerte reducción que habían experimentado en 2015, tras el arresto de varias bandas especializadas en esta actividad. En 2016, los agentes registraron 242 delitos de este tipo y cerraron 2017 con un 6,2% más, con 257. En 2015 habían sido 176 y, en 2014, 402, un año que fue especialmente duro para la ciudad. Los robos con fuerza pero no solo en domicilios sin también en establecimientos y otra instalaciones bajaron un 6,2%, de 515 a 483 casos.

La ciudad de A Coruña es la segunda de toda Galicia de las que tienen más de 30.000 habitantes con la tasa más alta de criminalidad, solo superada por Vilagarcía de Arousa, según explicó ayer el delegado del Gobierno, Santiago Villanueva.

En el municipio pontevedrés, esta cifra es del 40,3 y, en A Coruña, del 39,6, la misma que alcanzó Santiago de Compostela de enero a diciembre del año pasado. Pero, ¿cómo se calcula esta tasa? El Ministerio del Interior explica que se halla dividiendo el total de las infracciones penales conocidas entre el total de la población y, el resultado, se multiplica por mil habitantes.

Como en años anteriores, la cifra más alta de delitos se la llevan los hurtos, que aunque bajan un 2,2%, siguen superando los 3.500 casos -en 2016, el ejercicio se cerró con 3.671 expedientes de este tipo y, 2017, con 3.591-.

A diferencia de estos asaltos, bajan un 19% las sustracciones de vehículos -de 137 a 111-; también los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria, que pasan de 71 a 58 (un 18,3% menos). Los delitos contra la libertad e indemnidad sexual que no conllevan agresión sexual con penetración se redujeron un 16,4%, de 61 a 51, sin embargo, los otros aumentaron durante el año pasado -en 2016 no se había registrado ninguna y, en 2017, dos-.

Los agentes tuvieron constancia de que se cometieron 18 delitos de tráfico de drogas, un 10% menos que el año anterior, cuando se registraron 20. Esto no quiere decir, necesariamente, que haya bajado el mercadeo de estupefacientes sino que se han producido menos actuaciones policiales destinadas a detener estos delitos, según explicaron fuentes sindicales en otras ocasiones.

Y es que, según reconoció el Ministerio del Interior en una respuesta al diputado socialista Miguel Ángel Heredia el pasado martes, en la provincia de A Coruña, una de cada cuatro plazas de policía está vacante, 507 de 1.969.

Los datos de criminalidad del año pasado -que todavía no son definitivos- reflejan también que se han incrementado los homicidios dolosos y los asesinatos consumados, ya que, de un caso se pasó en tan solo doce meses a tres. Subieron también estos delitos en grado de tentativa, en 2016 eran cinco y 2017 se cerró con seis. Hay también, en esta lista de delitos, un secuestro.

Las centrales sindicales alertan también de que el incremento de algunos delitos en la ciudad se debe a la falta de efectivos, pero también a la nueva jornada laboral que tienen, que no les permite realizar tantas tareas de investigación como consideran que se necesita.