La Consellería de Medio Ambiente ha resuelto sancionar con 60.000 euros a la concesionaria de Nostián, Albada, por no haber sellado dos vasos del vertedero de rechazos de la planta de residuos, una infracción que tipifica como grave y a la que añade la imposición a la empresa de la "medida complementaria" de ejecutar el proyecto del cierre de los depósitos. Albada tenía que haber sellado los vasos 2 y 3 antes del 30 de junio del año pasado por orden de la Xunta; al comprobar días después Medio Ambiente que la concesionaria no lo había hecho le abrió un expediente sancionador a finales del verano y ahora la acaba de multar y la obliga a realizar las obras.

La resolución pone fin a la vía administrativa por la que el asunto ha transcurrido, pero Albada podrá presentar un recurso de reposición ante la Consellería en el plazo de un mes. Fuentes de la empresa calificaron ayer el fallo de la Xunta como "un paso administrativo más" y comentaron que no comparten los criterios expuestos, sin confirmar que la concesionaria vaya a recurrirlo.

Los vertederos de rechazos 2 y 3 de Nostián, de casi 208.000 y casi 800.000 metros cúbicos de capacidad respectivamente, se llenaron mucho antes de lo previsto, en septiembre de 2002 el primero y en julio de 2007 el segundo. Nostián recibió en 2010 la autorización para ejecutar las obras del sellado de estos depósitos, que llevaban dos años sin operatividad, y Albada, según ha alegado estos años, redactó el proyecto de ejecución a comienzos de 2011. Los gobiernos locales del PSOE y el BNG y del Partido Popular llegaron a incluir partidas en el presupuesto municipal para esta actuación, aunque no las llegaron a aplicar.

La autorización ambiental integrada para la planta de residuos que la Xunta otorgó a la concesionaria en julio de 2015 hacía al Concello responsable de la ejecución del proyecto del sellado del vertedero de rechazos en el plazo de un año. El Gobierno de Marea, apoyado en la ley de vertederos, recurrió esta resolución y Medio Ambiente dictó en febrero de 2016 que debía ser Albada como "entidad explotadora" la encargada de las obras, valoradas en 3,5 millones de euros, y de "modificaciones precisas" en Nostián, como defendía el Ayuntamiento.

Esta decisión de la Xunta enfrentó a la empresa con la administración local. Albada interpuso un recurso contencioso-administrativo contra la resolución de la Xunta que la convertía en responsable de ejecutar el sellado. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia denegó en noviembre de 2016 la solicitud de la concesionaria de la suspensión cautelar de la ejecución de la orden autonómica y mantuvo el plazo de un año para realizar los trabajos. Al cumplirse este el pasado 30 de junio no se habían ejecutado los trabajos.

El argumento que Albada ha expuesto en sus alegaciones para no iniciar las obras es que ha solicitado "numerosas veces" al Concello que aprobase el proyecto de sellado como requisito previo al comienzo de los trabajos, pero no ha obtenido respuesta. El Gobierno local ha replicado que con ese requerimiento la empresa pretende que sea el Ayuntamiento el que se haga cargo del cierre del vertedero.

La resolución de la Xunta responsabiliza a Albada del sellado y añade que su "conflicto interpretativo" con el Concello no puede impedirle el cumplimiento de la normativa ambiental.