A José Manuel Portela, el pianista de la calle Real, se le estropeó su teclado después de tantas noches tocando bajo la lluvia. Una iniciativa en redes sociales para encontrarle otro instrumento ha conseguido que, en breve, Portela vuelva a interpretar sus clásicos porque una persona, de la que no ha trascendido la identidad, le ha regalado uno que tenía en casa y que ya no usaba. Cuentan en redes sociales que, quien le donó el órgano solo quería que fuese a parar a manos de alguien que lo tocasen. Los promotores de la iniciativa le aseguraron que nadie como Portela cuidaría de las teclas blancas y negras.