Más de 200 personas disfrutaron ayer de la adaptación de la obra Historias de un día cualquiera, de Pedro Muñoz Seca. La representación tuvo lugar en Afundación, donde actores con y sin diversidad funcional se unieron por noveno año consecutivo sobre el escenario de la mano de la Compañía de Teatro de Blanca Marsillach y la Fundación Repsol.

Son ya 8 años los que las entidades llevan colaborando en el Programa de Teatro Adaptado, que busca la integración de las personas con capacidades diferentes a través de la cultura. En esta ocasión, fueron las actrices Adela Estévez y Miriam Fernández, junto al actor y director Xabier Olza, las que dieron forma al abanico de piezas cómicas firmadas por Muñoz - Mosquito y Purgatorio, Celos y Mentir a tiempo-, que se caracterizaron por la picaresca. Una vez finalizada su representación, el público pudo participar en un taller, en el que se realizaron diferentes ejercicios de improvisación teatral.