Mi Casita, el proyecto del Hogar de Sor Eusebia diseñado para dar cobijo temporal en módulos residenciales a personas sin hogar que rechazan usar albergues y otros servicios comunitarios, quedó suspendido a mediados del año pasado por la falta de acuerdo entre la entidad benéfica y social y el Concello respecto a la parcela municipal en la que se ubicaría. El rechazo de los vecinos de Eirís a que su barrio fuera el elegido sin que se les hubiera consultado antes provocó una brecha en las relaciones que llevó al Gobierno local a paralizar sin plazos cualquier decisión relacionada con el proyecto. Sor Eusebia, en cambio, no da la iniciativa por perdida, aunque reconoce que su futuro no está en sus manos sino que depende "de otras instancias".

El presidente de la entidad, José Vicente Martínez Rico, y el director de Mi Casita, Diego Utrera, comentaron ayer, en la presentación de la memoria de 2017, que el Hogar de Sor Eusebia está "insobornablemente comprometido" con el proyecto, para el que está recibiendo colaboración pese a las "dificultades" para encontrar un terreno en el que desarrollarlo. "No renunciamos a Mi Casita tarde lo que tarde, pero no está en nuestras manos. Hicimos cuanto pudimos y tuvimos un apoyo masivo, ya no podemos pasar de ahí", dijo Martínez Rico.

Con los contactos con el Concello interrumpidos tras la oposición de los vecinos de Eirís a tener el proyecto cerca de sus casas, el presidente, ya descartado este barrio, propuso en julio del año pasado otra parcela en San Pedro de Visma, que de inmediato se encontró con el recelo de los residentes. Ayer Martínez Rico reconoció haber cometido "errores" durante el proceso para encontrar un terreno para los módulos y se mostró prudente, sin decir ninguna otra propuesta.

El Ayuntamiento abrió el año pasado en la calle Orillamar un centro municipal de baja exigencia para personas sin hogar al que acuden cada día una media de quince usuarios para pasar la noche, una alternativa a la que se refirió el director del Mi Casita. Utrera calificó de "craso error" la renuncia temporal del Concello al proyecto de Sor Eusebia y comentó, sin criticarla, que la iniciativa municipal "no resuelve el problema" de su exclusión social y además supone un coste mayor para las arcas municipales. El grupo municipal del PSOE ha censurado que la gestión de este centro esté a cargo de una empresa privada.

El Concello evitó referirse ayer a la esperanza de Sor Eusebia de abrir Mi Casita y vinculó su "compromiso con las personas sin techo" con el servicio que presta el centro de baja exigencia de Orillamar, que prevé reforzar con otro centro en la ciudad este año.

El Hogar de Sor Eusebia informó sobre su balance de gestión en el año 2017, en el que atendió a 72 residentes en sus instalaciones de acogida en Bens. Se atendieron 28 solicitudes de ingreso y hubo 17 bajas voluntarias.