Una primera reunión para conocerse, para ir sentando las bases de lo que será el proceso participativo al que será sometido el plan de movilidad. La presidenta de la federación de asociaciones vecinales de la ciudad, Luisa Varela, indica que la reestructuración de las líneas es una antigua demanda de sus usuarios, aunque advierte de que el nuevo concepto "puede resultar complicado para muchas personas". Y es que, el coordinador del plan, Salvador Rueda, explica que se reordenarán todas las rutas, que los trayectos serán más cortos y que la ciudad estará totalmente conectada y que, para ello, serán necesarios los transbordos y la vuelta del carril bus a algunas calles.

Entre las entidades participantes en esta primera reunión estaba la gerente de la asociación de empresarios del polígono de A Grela, Teresa Firvida, que puso sobre la mesa la necesidad de que los buses lleguen a su centro de trabajo. "Necesitamos que se reordenen las líneas actuales para que se adapten a las necesidades reales del polígono, a los horarios de los trabajadores", explica Firvida, que acoge la propuesta "con ilusión" y con "ganas de trabajar" para que, por fin, se cumpla su vieja reivindicación de tener mejores conexiones con la ciudad y con el resto de polígonos y de encontrar en el transporte público una alternativa fiable para ir a A Grela.

Desde el colectivo Mobi-Liza, que apuesta por la movilidad más allá del vehículo privado, comentan que la reunión del pasado lunes fue la primera de muchas que se harán para dar a conocer el contenido del plan de movilidad, aunque, por ahora, a los participantes en estos encuentros sectoriales todavía no les han informado de cómo serán las nuevas líneas. El Concello prevé mantener cuatro reuniones con este grupo llamado "impulsor", en el que están presentes vecinos, la Universidade da Coruña (UDC), comerciantes, empresarios, centros comerciales, sindicatos y plataformas relacionadas con el transporte, pero también personas con movilidad reducida, Stop Accidentes y el Centro de Estudos de Xénero e Feministas de la UDC, para ver también con perspectiva de género esta reordenación de las líneas y la manera que tendrá el bus de moverse por la ciudad. En representación de este colectivo acudió la directora del departamento de Socioloxía, Antía López Caramés, que apuesta por la fórmula de "proceso participado". La directora del Aula UDC-Tranvías y profesora de Caminos, Margarita Novales, asegura que este primer encuentro fue, simplemente, una toma de contacto para que los participantes se conociesen, aunque, en ningún momento, el concejal de Mobilidade Sostible, Daniel Díaz entró en los detalles del nuevo plan, ya que eso lo hará "más adelante".

En total, habrá 18 reuniones, diez de ellas en cada uno de los distritos de la ciudad y siete sectoriales en zonas y con nichos de población que adolecen de problemas de movilidad como los centros comerciales, los sanitarios y los polígonos industriales.

"Lo más importante, ahora, es dejar de ver el transporte público como un servicio a la carta. Yo le tengo pánico a esta remodelación porque hemos vivido situaciones complicadas otras veces, pero es necesaria, además, como no se implantará hasta el año que viene, hay tiempo para conocer lo bien, no es un cambio inmediato", explica Luisa Varela, que defiende la integración de los buses metropolitanos en las rutas del transporte público.

Y es que, según explicó el Gobierno local, los encuentros se realizarán hasta final de año y el nuevo plan de transporte urbano e interurbano se implantará a partir de enero de 2019. Salvador Rueda adelantó, en este diario, que los buses metropolitanos pasarán a parar como los urbanos cuando entren en la ciudad y que se dividirán en tres tipos: líneas exprés, semiexprés y locales, de modo que algunas -todavía no se ha decidido si por horario o por otra razón- harán todas las paradas y, las otras, solo las principales o irán directas a su destino, sin recoger pasajeros por el camino.