Los operarios terminarán de reparar antes de este fin de semana la parte de la cubierta del estadio de Riazor de donde el fuerte viento durante la borrasca Félix arrancó el domingo un metro aproximadamente. El alcalde, Xulio Ferreiro, avanzó ayer estas previsiones y aseguró que el percance meteorológico "no causará problemas", aunque añadió que si se produce otra ciclogénesis próximamente desconoce lo que puede ocurrir.

Xulio Ferreiro recordó que tras la reforma del tejado del estadio, con el cambio completo de la cubierta que comenzará el próximo verano, no se volverán a producir incidencias como la del pasado fin de semana. "El invierno que viene estaremos todos más tranquilos", vaticina el alcalde.