Con motivo del Día del Consumo Responsable, que se celebrará mañana, el abogado Carlos Tomé participó ayer en el instituto Sagrada Familia en un foro impulsado por el Ayuntamiento para debatir sobre reclamaciones, garantías y las nuevas tecnologías. Advierte de que hay que "estar atento" cuando se compra por internet y evitar dar datos personales.

- ¿Cuáles son las reclamaciones de consumo más frecuentes?

-Las derivadas de las facturas de consumo de energía eléctrica, por todos los conceptos que se incluyen y son difíciles de desentrañar. Además, en el último año y medio crecieron exponencialmente las reclamaciones contra las entidades bancarias como consecuencia de la cuestión de la cláusula suelo y los gastos hipotecarios. Las estadísticas de Facua [federación de asociaciones de consumidores] revelan que más del 70% de las reclamaciones son por temas bancarios.

- ¿Han disminuido las quejas por el funcionamiento de las compañías móviles?

-Decayó un poco pero siguen repitiéndose todos los años. También hay reclamaciones relacionados con los automóviles.

- ¿Cómo afrontan los abogados ese volumen de reclamaciones?

-En relación al tema de las facturas de consumo eléctrico, casi ninguna reclamación llega a los juzgados porque las cuantías son reducidas. Lo que más se judicializa son las cuestiones relativas a las entidades bancarias.

- ¿A dónde deben acudir los consumidores con esas peticiones menores?

-A las oficinas de atención al consumidor, que funcionan bastante bien. Además, antes de ciertas operaciones, como contratar una hipoteca, hay que asesorarse.

- ¿Considera oportuna alguna modificación en la Ley para la Defensa de los Consumidores?

-A día de hoy, ya se han recogido prácticamente todos los requisitos establecidos por las directivas de la Unión Europea, que son bastante garantistas. El consumidor tiene todas las garantías para que pueda defender sus derechos.

- ¿Qué deben tener en cuenta los consumidores a la hora de hacer su compra?

-Que tienen una serie de garantías en compras de todo tipo. La gente no tiene muy claro que, según la Ley de Garantías en la Venta de Bienes de Consumo, hay dos años de garantía para bienes nuevos. Para los de segunda mano, como mínimo un año. En caso de defectos en el producto, si estos se manifiestan en los primeros seis meses se supone que vienen de origen y que quien tiene que aportar pruebas en contra de ello es el vendedor.

- Y con las compras por internet, ¿es el mismo proceso?

-No. Tienen su propia regulación a través de la Ley de Comercio Electrónico. Además, sabemos que se están produciendo algunos problemas por timos a través de internet.

- ¿Como cuál?

-Como cuando te llegan correos electrónicos que parecen de tu entidad bancaria y te solicitan todas tus claves. Esos los bancos nunca lo hacen pero la gente pica. Así automáticamente te pueden entrar en la cuenta.

- ¿Es complicado reclamar tras hacer una compra por internet?

-Depende, pero sí es muy difícil cuando compras a través de una entidad que no tiene establecimiento ni sede en la Unión Europea. En ese caso, cualquier posibilidad de reclamación es prácticamente imposible por las dificultades que tendría llevarla a cabo. Hay que fijarse en los datos de contacto que aparecen a pie de página.

- ¿Cuál sería su consejo?

-Que aunque el consumidor compre productos fabricados en China, el vendedor debe ser una entidad mercantil con domicilio en la Unión Europea. Así sí se pueden tramitar reclamaciones.

- ¿Hay que ser prudente cuando se compra a particulares?

-Claro. Hasta ahora estábamos hablando de profesionales de comercio y empresas que se dedican a la compraventa. Si conectas con una persona de Wallapop y le compras una cosa por 100 euros pero luego no te funciona, pues haberlo probado antes. El que te lo vende no tiene que darte garantías. Hay que tener mucho cuidado. Además, en la mayoría de los casos no hay tiques ni facturas. En general, no vas a poder ni acreditar que lo has pagado.

- Mañana se celebra el Día del Consumo Responsable, ¿es importante concienciar a la sociedad de la importancia del ahorro?

-Por supuesto. Ya no solo desde el punto de vista legal. Todos sabemos que hay que ir hacia la línea de ese consumo responsable, el que tenemos a día de hoy es insostenible. A este ritmo, necesitaríamos cinco planetas. Tenemos que cambiar. Esperemos que las nuevas generaciones lo asuman.