La violencia con la que actuaban los tres detenidos por pertenecer a una banda criminal que robó el año pasado en al menos dos viviendas de la comarca es resaltada tanto por los agentes de la Guardia Civil que la desarticularon como por el juzgado que dirige la investigación del caso. Una de las víctimas testificó que tres personas con sus caras tapadas por pasamontañas accedieron por el garaje a su casa, situada en Vilasuso (Carral), sobre las nueve de la mañana del 2 de junio de 2017. "Me amenazaron dos veces con un cuchillo, me ataron de pies y manos con bridas plásticas y me taparon la boca con cinta adhesiva", relató la mujer, quien declaró que su hijo de 8 años, que no había ido al colegio porque estaba enfermo, escuchó ruido y fue a ver qué pasaba. Los asaltantes lo amordazaron y lo ataron al lado de su madre. Después, se apoderaron de efectos como televisores, tabletas, videoconsolas, relojes, 120 euros en efectivo y un vehículo.

Los agentes de la Guardia Civil califican de "cruel" el modo en el que los asaltantes intimidaban a sus víctimas para que les indicaran dónde estaban los efectos de valor. El segundo robo que le imputan a los sospechosos, quienes permanecen en prisión provisional, sucedió durante la madrugada del 4 de junio de 2017 en la urbanización Os Regos (Oleiros). Cuatro personas, según testificaron las víctimas -un hombre, su madre y su novia-, entraron en la casa con pasamontañas, cuchillos y una pistola. Al igual que en el anterior atraco, cometido dos días antes, tras atar con bridas a los habitantes de la vivienda, se apoderaron de objetos de valor como joyas o relojes.

El Juzgado de Instrucción número 3 de A Coruña tomó declaración ayer a algunos testigos del caso en presencia de sus letrados, del fiscal y de las acusaciones particulares, una de ellas ejercida por el abogado penalista Diego Reboredo. En el primer asalto, tal y como consta en los informes de la Guardia Civil, un vecino de las víctimas se fijó en el coche que presuntamente utilizaban los detenidos porque era un vehículo desconocido en la zona, tenía el pestillo de la puerta del conductor abierta y las llaves de contacto puestas. Además, carecía de asiento trasero y de la bandeja del maletero. Otro vecino aseguró que había visto ese turismo dirigirse al inmueble en el que se cometió el robo.

El Grupo de Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de A Coruña investiga si los procesados ejecutaron otros atracos en el área metropolitana. La juez de Penal 3 los envió a prisión provisional y les imputa delitos de pertenencia a grupo criminal y de robo con violencia en casa habitada.