El exdeportivista Roy Makaay fue el protagonista de la última entrega de Fiebre Maldini y fue desgranando poco a poco las vivencias de toda su carrera. Una de las que le arrancó una sonrisa durante su intervención fue cuando, tras ganar la Liga con el Dépor, llegó a casa teñido de rubio platino. Su mujer, que era peluquera de profesión, se escandalizó al ver su cabellera casi amarilla de tanto producto químico que habían utilizado. Esta iniciativa se produjo tras ganar el partido decisivo al Espanyol y por una apuesta de Djalminha y Fran, que aprovecharon su amistad con un peluquero de la ciudad, para dedicarse a teñir ya en el vestuario.