Los placeros de los mercados municipales que no tienen domiciliado el pago de la tasa por el alquiler de sus puestos de venta se encontraron este martes, día 20, con una inesperada comunicación del Ayuntamiento: ese mismo día debían efectuar el abono trimestral de esta tasa si no querían que la administración local les aplicase un recargo del 5% por demorarse en el cumplimiento.

Ante el plazo disponible de menos de un día, ya que el recibo fue remitido el martes al mediodía, la mayoría de los placeros se negaron a acudir al banco para abonar sus tasas correspondientes y transmitieron sus quejas al Concello, que en un principio admitió desconocer el origen del escaso margen con el que se les había comunicado el tiempo del que disponían para pagar su cuota de alquiler, en concreto la que corresponde al tercer trimestre del año pasado.

Dos días después [ayer] el área de Emprego e Economía Social explicó a este periódico que el retraso en la tramitación de los recibos se debió a "una incidencia en el nuevo programa de gestión tributaria, de reciente implantación, que afectó al proceso de emisión de los recibos, fechados un día antes de su vencimiento". El trastorno creado por esta incidencia en los placeros que no domicilian sus pagos a través de una cuenta bancaria ha llevado al Concello a ampliar a un mes el plazo para abonar los recibos y "para evitar recargos". La concejalía también tratará de resolver "de forma definitiva" el conflicto causado por el programa informático, según explicó el edil Alberto Lema.

Este percance tecnológico causó revuelo en los profesionales de las plazas de abastos municipales desde el martes, ya que la mayoría, según aclaran los placeros consultados, no tienen domiciliado el pago de esta tasa y se vieron sorprendidos por la urgencia de tener que abonar sus recibos a toda prisa para no tener que afrontar un recargo inicial del 5% del importe de su cuota. Pocos placeros sí acudieron al banco a pagar sus tasas; otros no pudieron hacerlo al recibir la comunicación del Concello sobre las 13.00 horas, sin apenas tiempo para desplazarse a la entidad bancaria; y otros, los encargados de los puestos de pescado, no leyeron el recibo hasta un día después de su vencimiento, ya que habían cerrado sus puestos antes de recibir el comunicado y lo leyeron al día siguiente, según repasa la portavoz del mercado de San Agustín, Ángela Barrán.

"Es la primera vez que esto ocurre", apunta Leonardo Tomé, representante de los placeros de Elviña, quien atribuye esta incidencia a un "error de los funcionarios". "Es una tasa oficial que los comerciantes no podemos pagar hasta no tener el recibo, y me parece increíble que se enviase el mismo día en el que acababa el plazo", explica. El recargo asciende al 10% del importe de cada tasa si los placeros se demoran más de un mes desde que vence el primer plazo.