Hugo pasó por la ciudad con vientos agresivos y arrebatos de lluvia, colapsando el servicio de Bomberos por más de 80 incidencias, con algunos daños materiales y ningún accidente que afectase a viandantes. La borrasca, la segunda que causa alertas naranja o roja este mes después de Félix hace dos fines de semana, movilizó a los servicios de seguridad municipales para responder sobre todo ante caídas de objetos por desprendimiento causadas por las rachas de viento, de hasta 100 kilómetros por hora en algunos puntos del litoral de la provincia.

Del estadio de Riazor volvió a caer uralita, tres trozos de la grada de Pabellón y uno de la de Maratón. Los bomberos se desplazaron al recinto deportivo en la noche del viernes para revisar la cubierta, de donde hace dos semanas se despegó un metro cuadrado de tejado de la esquina de Pabellón con Tribuna.

La ciclogénesis se hacía notar ya desde primera hora de la tarde del viernes y se acentuó en algunos momentos de la noche y la madrugada con fuertes descargas de lluvia y azotes de viento. Poco antes de las 4.00 los andamios de una obra cayeron sobre varios vehículos en la calle Ramón y Cajal junto a la Casa del Mar, donde hubo que acordonar la zona. Parte del tejado de la facultad de Ciencias, en el campus de A Zapateira, también se levantó por el viento, por lo que se tuvo que acotar el área ante la imposibilidad de los bomberos de intervenir por las condiciones meteorológicas. Una baliza se soltó a la deriva en la zona de Oza y tuvo que ser remolcada por una unidad de Salvamento Marítimo.

Antes y después de estas incidencias Hugo soltó antenas de televisión de los tejados y desplazó vallas y casetas de obra, contenedores, señales de tráfico o partes de ellas, tubos, cables, placas metálicas, ramas y árboles, canalones y más andamios en calles de distintos barrios. De algún edificio se desprendieron piezas de las cubiertas o las fachadas, como en Los Cantones y Pocomaco, donde el desplome de pedazos de una cornisa cayó sobre un viandante que no precisó de atención médica.

En la zona del Orzán el viento afectó a elementos de las fachadas, como en la calle Pasadizo del Orzán y en Comandante Fontanes, donde una placa del edificio de Hacienda cayó y provocó el corte del túnel de Juana de Vega en dirección al paseo que persiste hoy.

A medida que la borrasca perdió fuerza, algunos vecinos se acercaron a la costa para tomar imágenes del oleaje, incluso superando las barreras dispuestas por la Policía Local, por lo que el Gobierno local hizo un llamamiento a extremar las precauciones.