La repetición de la subasta de dos de sus tres terrenos en A Maestranza, que el Ministerio de Defensa convocó el sábado, no ha cogido por sorpresa a los vecinos y colectivos que hace dos años más se opusieron a la celebración de la primera puja por la totalidad de las parcelas, que se declaró desierta por falta de ofertas. La Comisión Aberta en Defensa do Común, los residentes en la Ciudad Vieja y, por extensión, otras asociaciones vecinales resaltan hoy que la presión que ejercieron entonces derivó en la falta de interés por unas fincas valoradas en conjunto en 24,8 millones de euros. Esta vez, solo entran dos de los tres solares iniciales y tiene una rebaja su precio de licitación a 11,8 millones. A la espera de cómo se resuelva la segunda subasta, las entidades mantienen la postura de reclamar la devolución de los terrenos a la ciudad, pero muestran recelo respecto a la postura que vaya a adoptar el Ayuntamiento.

El Gobierno local evitó explicar ayer, a petición de este diario, sus perspectivas respecto a la subasta retomada por Defensa, aunque el sábado, cuando aclaró que la finca excluida de la nueva puja es la que tiene "mayor potencialidad arqueológica", señaló además que el Ministerio, "como titular de los terrenos, puede sacarlos a subasta". "En el caso de que se encuentren restos arqueológicos, los compradores tendrán que respetarlos", añadieron fuentes municipales.

Cuando hace casi dos años quedó desierta la puja inicial el alcalde, Xulio Ferreiro, avanzó que el Ayuntamiento negociaría con Defensa la devolución de los terrenos de A Maestranza, un escenario que se vio condicionado medio mes después cuando el Estado anunció que repetiría la subasta de los mismos solares en el caso de que se confirmase que bajo tierra no existían vestigios, que el Gobierno municipal siempre ha asegurado que hay. Hasta hoy no ha trascendido si ha habido contactos entre las dos administraciones por este asunto en particular.

Otra circunstancia reciente, la cesión al Ayuntamiento en enero de 90.000 metros cuadrados en la zona de A Maestranza que eran propiedad de Defensa, entre los que no se incluyen los tres terrenos subastados, hace dudar a algunos vecinos de las intenciones del Estado y del Gobierno local. "Esperemos que este acuerdo entre las administraciones no incluya otro acuerdo tácito para que se pueda sacar provecho económico de estas parcelas y Defensa no tenga problemas en venderlas. La primera puja resultó fallida por la presión de los vecinos y del Concello, que defendimos la cesión gratuita. Seguiremos apoyando al Concello si mantiene la misma línea", opina el presidente de los vecinos de la Ciudad Vieja, Pedro Roque.

"Si la intención final es especular, eso no nos gusta. Hemos defendido que los terrenos deben ser de la ciudad y si ocurre lo contrario, volverá la presión social", augura Luisa Varela, presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de A Coruña y del área metropolitana, que se pregunta si esas parcelas podrían tener algún uso relacionado con la peatonalización del casco histórico.

La Comisión Aberta pola Defensa do Común prepara una respuesta oficial sobre el futuro de estas fincas de A Maestranza, si bien uno de sus portavoces, Ricardo Vales, recuerda que "la razón de ser" del colectivo es la devolución al Ayuntamiento de estos y de otros terrenos de la ciudad.

La nueva convocatoria de Defensa excluye la parcela situada junto al muro de la Hípica y rebaja de forma sustancial el valor de las dos que saca a subasta con relación al fijado hace dos años. La primera, de 2.133 metros cuadrados, pasa de estar valorada en 10,3 millones a 7,3 millones, un descenso del 28,6%, mientras que la segunda, con 1.353 metros, baja un 22,1%, de los 5,7 a los 4,5 millones. En conjunto, la rebaja es del 26%. Entre ambas se podrían construir unas 190 viviendas.

Esta segunda subasta contradice el acuerdo adoptado de forma unánime por el Congreso de los Diputados el 20 de abril de 2016, cuando todos los grupos votaron a favor de la suspensión de la puja de los solares de A Maestranza e instaron a Defensa a negociar su futuro con el Concello para evitar su venta.