El pasado verano, A Coruña se llenaba de cámaras de la mano de La sombra de la ley, el segundo largometraje de Dani de la Torre Dani de la Torretras su debut con El desconocido. Su nuevo filme, protagonizado por Luis Tosar, recuperará a los gánsteres de los años 20 para narrar la investigación del robo a un tren militar, que se podrá ver en cines a partir de este 11 de octubre.

- Segundo largometraje en el que se embarca, y de nuevo escoge A Coruña como escenario.

-La verdad es que buscábamos escenarios que nos pudiesen colar como Barcelona de los años 20. Con la evolución que ha tenido la ciudad, es muy difícil encontrar sitios que estén todavía como entonces. En Galicia sí los hemos encontrado, y era mucho más factible grabar aquí. En A Coruña siempre es un lujo, porque la gente se vuelca con nosotros en los rodajes. Además, yo quiero rodar en Galicia. Creo que es el momento de que se posicione.

- No hace mucho grababa aquí El desconocido . ¿Este es su consolidación como director?

-Ojalá. Eso lo dirá el tiempo. Lo que puedo decir es que he disfrutado muchísimo y he sufrido muchísimo en esta película. Hacer época es muy complicado. Una película de este estilo cuesta 80 o 90 millones de dólares, y aquí la hemos hecho con mucho menos. Ahora, el look que tiene... Es espectacular. Nunca antes se había visto un retrato de la España de los años 20 como el que vamos a ver en La sombra de la ley.

- Decía Luis Tosar que nos remite a la España de hoy, ¿usted ve esa similitud?

-Totalmente. Ese fue el caldo de cultivo de muchas de las cosas que están pasando hoy en día. Los movimientos sociales, las dos Españas que están peleándose continuamente de alguna manera? Tienen su origen en aquella época. Cuando estábamos viendo la película, Luis y yo decíamos: "Esto es tal cual lo que está pasando en Cataluña hoy en día?". Es el mismo diálogo, y nosotros no lo hemos hecho pensando en eso.

- Tosar repite también como protagonista.

-Es muy difícil no engancharse a Luis Tosar, es mi extensión en la película. Las haría todas con él. Si yo fuese actor, querría ser Luis. Pero como no lo soy, es un lujo contar con él.

- En el filme, se mueve en un ambiente lleno de gánsteres. No es un tipo de película habitual en España.

-No se ha hecho ninguna. De hecho, cuando se lo contaba a la gente, flipaba. Decían: 'Pero, ¿en España? ¿Una peli de gánsteres?'. Y sí, realmente en España había gánsteres, y se vivía un poco como en el Chicago de los años 20. Para mí era un reto hacer un filme sobre nuestros gánsteres. De los años 20, de ahora hay un montón [se ríe]. Me apetecía mucho contar una historia nuestra de entonces.

- ¿Cómo la afrontó?

-Te viene a la cabeza Sergio Leone, Brian de Palma, Francis Ford Coppola? Y dices: "Madre mía, vaya hostión me voy a pegar" [risas]. Pero yo es que estoy un poco loco. Y pensé: "Si se te ha puesto delante, es porque tienes que hacerlo tú. Es una oportunidad única".

- Con los gánsteres viene la corrupción. Eso va a interpelar al público.

-Es que somos corruptibles. Se habla de corrupción, pero detrás de tantas reivindicaciones, hay personas que sufren, que se sienten discriminadas, que buscan que las escuchen y las respeten. Las revueltas sociales se producen porque la gente busca mejorar. En esta época había esos conflictos, ahora tenemos los nuestros.

- Sus películas siempre tienen reflexiones sociales. ¿Es por convicción, o influye lo que se ve hoy en día?

-Yo creo que una cosa te lleva a la otra. El cine, aparte de entretenimiento, también tiene la necesidad de contar cosas que interesan. También te motiva narrar de dónde vienen las cosas. Si se hubieran resueltos x conflictos, muchos ya no estarían. El cine tiene esa misión de contar historias y de abrir la mente.

- Y la siguiente que cuente, ¿será de acción, o se atreverá con otro género?

-La acción me acompañará allí donde yo vaya, siempre. Será de acción, claro. Y rodaremos posiblemente en A Coruña alguna de las partes.