El Gobierno local y el grupo socialista comparten prioridades respecto al destino que el Ayuntamiento dará este año al superávit del ejercicio presupuestario anterior, que en virtud del decreto ley aprobado la semana pasada por el Consejo de Ministros se podrá dedicar a inversiones financieramente sostenibles. Los espacios públicos, con eficiencia energética y trabajos de reurbanización como tareas principales; las instalaciones deportivas, las centros cívicos y los centros educativos son los objetivos a los que apunta el Ejecutivo y que reciben la aprobación de los socialistas.

Se los expuso ayer el alcalde, Xulio Ferreiro, al portavoz municipal del PSOE, José Manuel García, en una reunión de una hora celebrada en el Palacio de María Pita. "Esta es la base para empezar a negociar la aplicación de ese superávit", comentó el regidor. García destacó que se pueden hacer inversiones financieras sostenibles en los ámbitos de los servicios sociales, los centros escolares, las instalaciones deportivas y el medio ambiente.

El superávit -dinero no gastado del ejercicio anterior- aún no está cuantificado, explicó el alcalde, y en la liquidación del presupuesto de 2017 trabaja el servicio de Tesorería. El PSOE forzó el año pasado al Ejecutivo local a destinar casi la mitad de un superávit de 9,5 millones a amortizar deuda, al no aprobar en pleno un plan inicial de Marea que preveía destinar toda la inversión a obras, para las que al final se reservaron cinco millones. Ayer, García y Ferreiro no aludieron a la necesidad de dedicar parte del superávit a las deudas. "El nuevo marco financiero tiene más categorías de utilidad", explicó el portavoz socialista.