El Reus dejó fuera de la Final Four europea al Liceo pero el equipo catalán demostró su elegancia deportiva al consolar a un pequeño aficionado que había ido a ver al equipo coruñés hasta la localidad de Tarragona. El niño, de 10 años, tuvo que ver, acompañado de su padre, cómo metían hasta siete goles a su equipo. Y para más inri, un espectador local en las gradas no tuvo piedad en chincharle y restregarle el triunfo, por lo que el pequeño terminó llorando. El padre contó en Twitter lo mal que lo había pasado su hijo y desde la cuenta oficial del Reus le pidieron perdón al chico por la falta de deportividad de su aficionado.