Una pirómana ha aceptado esta mañana ser condenada a cuatro años y medio de cárcel por provocar más de una decena de incendios en el término municipal de Cerceda en agosto de 2016, cuando se alcanzaron temperaturas de 33 grados. La procesada ya permaneció un año y medio en prisión preventiva.

La imputada llegó a un acuerdo con la Fiscalía sobre la condena, por lo que el juicio, previsto para hoy, no se celebró. Se declaró culpable de un delito continuado de incendio y admitió haber quemado unas 22 hectáreas de terreno. La mujer prendía los fuegos con velas tras dejar con su coche a su marido en la gasolinera en la que trabajaba. La sentenciada aprovechó las altas temperaturas, la humedad y el viento para incendiar los montes. De hecho, admitió que sabía que Cerceda tenía "un alto riesgo de incendios extremo".