Cuando José Miñones, más conocido como Pepe, fue fusilado en el Campo da Rata en diciembre de 1936 su hija Pilar tenía tan solo un año. A pesar de no tener recuerdos propios, ha recopilado un sinfín de historias sobre su padre que todavía le hacen emocionarse. Como una carta de Eduardo Blanco Amor. "Es una preciosidad, habla de la labor humanitaria de mi padre", cuenta Pilar Miñones, quien leyó dos párrafos de esta misiva ayer en el homenaje organizado por la Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica de A Coruña.

Para mantener vivo su recuerdo 82 años después de su fallecimiento, el colectivo ha otorgado a Miñones el título de Republicano de Honor. "Estoy muy orgullosa de este homenaje tan maravilloso", reconoce Pilar, que define a su padre como un hombre "dedicado a los demás, alegre, progresista, liberal y católico".

Pepe Miñones fue un abogado, empresario y político republicano coruñés. Miembro del Partido Radical primero, y seguidor de Martínez Barrio, pasó con él a la Unión Republicana, por la que fue escogido como diputado en las elecciones generales de 1936, en las candidaturas del Frente Popular. "Hizo mucho por el progreso de España y de Galicia. Pero le recortaron las alas". A los 36 años, fue apresado por los golpistas en A Coruña, encadenado, condenado a muerte y al pago de una multa de un millón de pesetas. El Campo da Rata fue el escenario de su fusilamiento. "Mi madre se encerró en sí misma, nunca nos contó nada ni a mis hermanos -tres varones- ni a mí", desvela Pilar Miñones, quien recurrió a la mujer que trabajaba en su casa para saber más de su padre. "Emilia estuvo 70 años con nosotros y adoraba a mi padre. Sé más cosas por ella que por mi madre", añade.

Además de por su labor política y periodística, Miñones es recordado por sus proyectos empresariales relacionados con el ferrocarril, la electricidad y el mundo inmobiliario. "Hizo muchísimas cosas en solo 36 años", comenta su hija, que añade que "la enseñanza" era una de sus ilusiones. "Quería que todo el mundo tuviese la oportunidad de estudiar".

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Homenaje a José Miñones, Republicano de Honor 2018

La carta de Blanco Amor no es la única que guarda Pilar Miñones. Tiene otra misiva más especial, la que su padre le escribió desde la cárcel antes de morir. "Nos escribió a todos los hijos una carta en la que nos pide que perdonemos, que no tengamos rencor y que no nos metamos en política. A todos nos dice lo mismo", confiesa.

Siempre quiso saber más sobre la vida de su padre. Las monjas de su colegio, la Compañía de María, también le contaban historias de aquellos años. "Lo adoraban porque cuando quisieron quemar el convento, mi padre consiguió liberarlo. Lo recordaban con gran cariño", detalla, y agrega que también consiguió datos por "los libros de Emilio González". "En todos habla de él. Emilio y Blanco Amor despidieron a mi padre en el último tren que partió de Madrid hacia A Coruña antes del golpe de Estado del 36", desvela. Realizó aquel viaje porque no tenía miedo. "Sus amigos le decían que tuviese cuidado pero él decía que no había hecho nada malo", añade su hija.

Asegura que "no queda casi nadie de aquella época" en la que vivió Pepe Miñones, por eso cree que son tan importantes los homenajes. "Recuerdo que cuando pudieron volver los exiliados políticos iban a ver a mi madre, que trabaja en el estanco del cine Avenida, para abrazarla y estar con ella. Entonces no entendía mucho las cosas pero ahora sí", manifiesta Pilar.

La Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica de A Coruña, además de nombrar a su padre Republicano de Honor, organiza una ofrenda floral a las víctimas del franquismo, la presentación del libro La segunda República 1931-1936: Las claves de la primera democracia española del siglo XX y una cena republicana. Todo para seguir recordando los 36 años de vida de Pepe Miñones.