El punto de encuentro entre el arte y el diseño es el espacio de trabajo de Formabesta, el colectivo artístico que inaugura esta tarde a las 20.30 horas su exposición en la Galería Vilaseco. La agrupación, integrada por Vicente Blanco y Salvador y Juan Cidrás, compartirá por primera vez en su tierra y bajo el nombre de Esgazados sus peculiares esculturas, con las que exploran desde hace dos años nuevas formas y materiales. Tender puentes entre la artesanía y el arte contemporáneo es el objetivo final de las piezas de estos artistas, que se podrán visitar en el número 5 de la calle Padre Feijoó hasta el 1 de junio.

Cerca de una veintena de obras componen la exposición, que tiene en la cerámica y la lana a sus dos protagonistas. El colectivo de Formabesta crea con ellos construcciones con tintes arquitectónicos, jugando con las dimensiones incluso de aquellos elementos que históricamente se han exhibido como una superficie plana. "Normalmente, cuando terminas de tejer, retiras el telar. Nosotros incorporamos el soporte físico para que se vean los quiebros de donde tejemos", explica Salvador Cidrás, en referencia a la media docena de textiles que adornan la sala.

Junto a las piezas de lana, el grupo artístico ha trabajado una serie dedicada a la cerámica. En ella el colectivo renuncia al torno para poner la vista en la arquitectura propia de Galicia, que toma como inspiración a la hora de montar sus estructuras. "Las piezas conectan con las construcciones del rural gallego. Es como si fuera pladur que se va ensamblando. Por eso el nombre, Esgazados. Implica desmembrar, algo que no acaba de encajar entre sí", comenta Cidrás, que señala la artesanía como otro de los pilares de la colección.

La tradición gallega es "fundamental" en el proceso creativo de Formabesta. Con sus elementos, el trío de artistas trata de llevar la artesanía al arte más actual, para "ponerla en valor" y alejarla de su condición de "residuo museístico". "Nuestra artesanía no ha dado el salto. En Portugal la lana ha tenido un gran desarrollo para ver qué posibilidades tiene en el arte contemporáneo, pero aquí no se ha sabido incorporar", reflexiona Blanco, que lamenta la desaparición de los procesos tradicionales. "Estos textiles? La gente mayor era quien los hacía. Ahora es más barato comprar manufactura industrial, y esto se pierde", añade.

Las técnicas antiguas encuentran en el taller del grupo un lugar en el que permanecer. Lo hacen desde hace dos años, cuando Salvador Cidrás y Vicente Blanco se encontraron en el Ciclo Superior de Cerámica del centro lucense Ramón Falcón. Al carecer de una formación artesana, los artistas comenzaron a enfocar sus obras como construcciones, que acabaron combinando con la experiencia en textiles que poseía el hermano de Salvador, Juan. "Al principio había resultados fallidos, pero disfrutamos el proceso", asegura Cidrás, que destaca la emoción del descubrimiento, ya perdido en sus carreras en solitario, como el principal atractivo de la asociación. "Antes había un dominio, no había lugar para la sorpresa", reconoce el artista.

De cara a sus próximos proyectos, el grupo se encuentra ahora explorando nuevos materiales, como las fibras vegetales. Entretanto, las citas no les faltan en el calendario. "Vamos a exponer en Milán, en Nueva York? Hay mucho interés. Son piezas únicas", concluye.