I have a dream o, en español, "Yo tengo un sueño", es un discurso que fue pronunciado por el estadounidense Martin Luther King, el día 28 de agosto de 1963, al final de la marcha de Washington. Es considerado un hito fundamental en la lucha por los derechos civiles.

En A Coruña, en 1985 dos mujeres maravillosas, Maribel Dapena y Julia González, dos soñadoras, también tuvieron un sueño, con una fuerza de voluntad inquebrantable, creyeron que podía ser posible y, con otras personas que las apoyan dentro del centro de educación Especial Santiago Apóstol, crearon el primer y único grupo con discapacidad psíquica que practica gimnasia rítmica en Galicia.

En 1998, fruto de los buenos resultados obtenidos, crean de forma independiente al centro de educación especial, el Club de Gimnasia Rítmica Santiago Apóstol. Son años de trabajo, esfuerzo en la sombra, pero con una fe inquebrantable en el objetivo: encontrar un espacio para que el fin fuera real la inclusión en la sociedad de las personas con diversidad funcional a través del deporte, fomentando el desarrollo de su autonomía personal, entendiendo la competición como un medio favorecedor de múltiples aprendizajes, nunca como un fin en sí mismo.

El pasado fin de semana, se celebró en A Coruña el Campeonato de España de Gimnasia Rítmica para Personas con Discapacidad Intelectual. Obtuvieron cuatro títulos: un campeonato de España, un subcampeonato y dos terceros puestos en las diversas categorías, éxito increíble para la ciudad y la comunidad autónoma.

Maribel y Julia se jubilan; las echaremos de menos. Han traído hasta aquí el sueño, pero conociéndolas, seguirán empujando para que algo tan maravilloso siga adelante. El relevo lo cogen otras dos soñadoras maravillosas, jóvenes, capaces, Clara y Antía, con una fe inquebrantable en el proyecto. Es nuestro deber apoyar algo tan maravilloso como lo que han conseguido, han construido de la nada un sueño. Mi reconocimiento y admiración y que se enciendan los focos y se activen los altavoces. Tenemos unos campeones y unas campeonas que la gente no conoce y es de justicia apoyarlos. En un mundo tan mercantilizado, apostar y creer en los que nadie cree es increíble y heroico. Por eso, mi aplauso y me reconocimiento personal. Gracias por soñar y gracias por hacernos soñar. Sois maravillosas.