Susana Soneira es la presidenta del Colegio Oficial de Graduados Sociales de A Coruña y Ourense. Habla del servicio gratuito de orientación como una herramienta de ayuda a los vecinos independientemente de su capacidad económica.

- ¿Para qué sirve el Servicio de Orientación Jurídico Laboral Gratuito que ofrecen en el Colegio Oficial de Graduados desde finales de 2015?

-El servicio se imparte a nivel nacional a través de los colegios oficiales, aunque no todos lo pueden ofrecer porque, además de un coste económico tiene unos requisitos de los que no disponen todos los centros, como personal o tiempo. Está dirigido a cualquier persona que necesite darle solución a un problema que tenga en el ámbito de la Seguridad Social, tanto a nivel jurídico como de gestión. Ellos nos plantean esa cuestión mediante un documento, lo presentan y el colegio se lo entrega al profesional del grupo que le toque. Va por riguroso orden de lista y le damos cita en el colegio de manera presencial.

- ¿Y si no es de la ciudad?

-Si es de Carballo o de Ourense, por ejemplo, de un lugar en el que no hay sede del colegio, la consulta la haría en el despacho del profesional que le toque. Esto es para gente con y sin recursos, aunque, la verdad es que los usuarios que vienen suelen ser personas que, por las causas que sean, no pueden pagarse un profesional. La consulta, sea cual sea, siempre va a tener una respuesta oral, es decir, nunca le vamos a hacer la gestión.

- ¿Por qué?

-Porque es un servicio de orientación. La gestión la pueden hacer ellos personalmente, por ejemplo, si es un tema de una prestación social, o pueden contratar a un profesional, que no puede ser nunca la persona que los han orientado o, si es un tema laboral, por ejemplo, pueden ir a un sindicato o a un abogado.

- ¿Cuáles fueron las consultas que más se repitieron durante el año pasado?

-Son de todo tipo. Eso sí, atendimos a más mujeres que a hombres, un 64% frente al 36%. Solo un 8% tenía edades comprendidas entre los 16 y los 30 años, entre 31 y 55, el 78%, y a partir de los 56, el 6%. Hasta los 55 es la franja de edad que más problemas tiene, sobre todo, de desempleo, de prestaciones... La mayoría de las consultas tiene que ver con el ámbito laboral. Hay preguntas, por ejemplo, de trabajadores que nos consultan si tienen derecho a vacaciones después de reincorporarse de una baja, si pueden cogerse unos días si tienen a un hijo hospitalizado... A veces nos cuentan, por ejemplo, que su empresa va mal, que creen que los van a despedir y qué es lo que tienen que hacer, si firman el despido o no. Hay alguna consulta sobre extranjería, aunque no son muchas, y por despidos porque, desgraciadamente, hay muchos despidos objetivos por razones económicas, más que por cuestiones disciplinarias. Nos preguntan también la base de cotización que tienen en caso de despido...

- Es que con la actual reforma laboral, el que más el que menos está en la cuerda floja...

-Todos, sí, incluyendo a los autónomos. Vienen también autónomos para preguntarnos por las ayudas a las que tienen derecho, pero también sobre si tendrán viabilidad sus propuestas y sobre si existen estudios de mercado. La crisis ha acentuado este tipo de problemas que antes no teníamos o que, al menos, no veíamos, porque nosotros somos un colectivo muy especializado en temas jurídicos y sociolaborales.

- El servicio se puso en marcha a finales de 2015, ¿se han incrementado los participantes?

-Sí, se ha incrementado el número de compañeros porque esto es altruista. A veces, las consultas son muy fáciles, como decirle a una personas cuántos días de vacaciones le corresponden si ha sido despedido, pero hay otras mucho más complicadas, por ejemplo, cómo puede una persona africana conseguir el permiso de residencia en España si tiene un familiar que vive aquí. Los hay que son laboriosos, pero se le da una solución verbal, si la tiene.

- ¿Hay casos sin solución, en los que no pueden ayudar?

-Sí, a mí, por ejemplo, me pasó que una chica había sido despedida y, por lo que fuese, le caducó el plazo para reclamar el despido que, desde mi punto de vista, era improcedente, pero ya no pudo hacer nada. La empresa era insolvente, así que, al final, ni cobró de la empresa que la había despedido ni del Fogasa y quedó sin ninguna prestación porque no tenía derecho a nada. Es tremendo lo que se ve a veces.

- ¿Cuántos casos atendieron durante el año pasado?

-Unas cuarenta consultas.

- ¿Van a más con el paso de los años?

-Va por etapas. Tenemos también un acuerdo con el Concello y, cuando va alguien que le solicita estos servicios, ellos nos pasan el caso. Estamos pensando en expandir el servicio y hemos solicitado reuniones con los concellos más importantes de Galicia para que nos conozcan.