"Queremos enseñar cómo son ahora las clases de Educación Física, que son muy diferentes a las clases de gimnasia que se daban antes. Hoy en día tratamos de que sean inclusivas, de que sean divertidas y de que los niños se relacionen de otras maneras", explica Elena Bauluz, profesora de Educación Física del colegio Víctor López Seoane, y promotora de que, ayer, la plaza de María Pita se llenase con casi 400 estudiantes de Primaria en chándal y zapatillas deportivas. Y es que, ayer, cuatro centros de la ciudad y uno de Cambre participaron en la primera jornada conjunta del Día de la Educación Física en la Calle.

Cuenta Bauluz que la iniciativa empezó en 2011, cuando un profesor asturiano, Fran Flórez, decidió sacar a sus alumnos a la plaza de su pueblo para mostrar a los vecinos qué era lo que hacían los pequeños cuando les tocaba clase con él y para reivindicar que, la suya no es una asignatura prescindible o sin importancia. "Los asturianos que andamos por el mundo vimos la idea y la pusimos en marcha en nuestros colegios", explica Bauluz, que este año celebró la cuarta edición de esta experiencia, con sus alumnos del Víctor López Seoane, y la primera compartida con el estudiantado del colegio Juan Fernández Latorre, del Curros Enríquez, del San Pedro de Visma y también del Alfonso X El Sabio, de Cambre.

Así que, entre todos, sentaron las bases de lo que quieren que sean las próximas ediciones, una mañana en la que, como en el aula, lo importante es que los valores del deporte vayan calando dentro de los pequeños y ya no se separen de ellos en toda la vida. "Nos hablan mucho de alimentación saludable, de promover la actividad física y eso es lo que trabajamos en clase, así como los valores de cooperación, de esfuerzo, de superación, de mejora de la autoestima y del trabajo en equipo", describe Bauluz, que reivindica, como sus compañeros docentes, "más horas de Educación Física".

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A Coruña celebra el Día de la Educación Física en la Calle

Y, para que todo fuese todavía más divertido los participantes se dividieron en grupos y participaron en deportes que van más allá del fútbol, así que, en María Pita les estaban esperando miembros del CRAT para enseñarles a lanzar la pelota de rugby, también yudokas con sus kimonos blancos y azules y jugadores de jugger, un deporte de equipo en el que los participantes van armados -con aperos de gomaespuma para no hacerse daño- y en el que no se permiten ni el contacto físico entre jugadores ni los golpes fuertes. Dos equipos se enfrentan, uno para intentar llevar una pieza al campo contrario y, el otro, para que los enemigos no invadan su terreno. Pero hubo también juegos más convencionales, como las cuerdas, los zancos y el paracaídas, y otros adaptados al nivel de iniciación, como la esgrima con espadas que se comban y se doblan con el viento.

Un grupo de alumnos y alumnas del Víctor López Seoane se llevó un pequeño altavoz a la plaza para poder hacer "un baile por la igualdad", el mismo que representaron en el colegio el 8 de marzo y que no han dejado de practicar, según cuenta Silvestre, el profesor de 5º A.

Durante dos horas, los pilares del Concello se convirtieron en paredes de escalada y el suelo se llenó de colchonetas en las que poder hacer formaciones y acrobacias, e, inevitablemente, de diábolos que tiraban los pequeños al aire y que no siempre conseguían atrapar.

Tuvieron tiempo los escolares antes de abandonar María Pita de hacer actividades conjuntas, de jugar al floorball, en el que los equipos llevan sticks para conducir una pelota de plástico, hueca y agujereada, en la portería del contrario, y pusieron en práctica el matrexball, que es un juego que cuenta con dos porterías y dos pelotas diferentes, con una se anotan los puntos pero, con la otra, se elimina provisionalmente al adversario.

Una mañana diferente para pequeños y mayores ya que, en el día de la Educación Física en la Calle, las familias pudieron ir a María Pita a saludar a sus niños.

Según Bauluz, más de 400 centros en toda España sacaron a sus alumnos y alumnas ayer -o durante esta semana- a las calles y plazas de sus municipios, en total, más de 50.000 estudiantes. "Todos queremos más Educación Física, los niños y los profes también", dice.