Un cuidador de persona dependiente es formal o informal, es decir, está titulado para auxiliar a quien necesita ayuda para las actividades cotidianas de la vida o carece de reconocimiento académico profesional para ello. En este grupo se sitúan los familiares de las personas en situación de dependencia que asumen las responsabilidades de su cuidado. Las administraciones impulsan diversos servicios para facilitar su servicio, desde cuidado físico para mantener su bienestar físico y mental a formación no formal para proporcionar habilidades y actitudes adecuadas en el cuidado. Otro recurso es el servicio de respiro, que tanto la Xunta como el Concello disponen.

Se trata de la posibilidad de disfrutar de un tiempo de ocio y descanso con estancias en equipamientos residenciales, así como compatibilizar la libranza de cuidados en el entorno familiar con el servicio de ayuda en el hogar. La Xunta ofrece este servicio a personas dependientes y a sus cuidadores no profesionales en fines de semana o por más tiempo; el Ayuntamiento puso en marcha hace dos años un programa de sesiones de talasoterapia para familiares cuidadores del servicio municipal de ayuda a domicilio, que continuó el año siguiente y se repetirá en 2018.

El programa del Concello se desarrolla en el mes de noviembre con 160 sesiones para todos los familiares, no para cada uno, e incluye las propias sesiones de tratamiento de agua y masaje local y el uso de auxiliares técnicos a domicilio para evitar que los dependientes se queden solos mientras quienes les cuidan a diario disfrutan de este servicio en una instalación de la ciudad. Los días y los horarios de las sesiones se deciden entre los familiares y la empresa adjudicataria.