El pleno debatió ayer tres mociones sobre el futuro de los muelles, después del acuerdo que firmaron en la ciudad el ministro de Fomento y el presidente de la Xunta del que fue excluido el Ayuntamiento. Dos fueron aprobadas, una por unanimidad, y una tercera fue rechazada, la del PP, que se quedó así solo en su defensa del acuerdo de las Administraciones gobernadas por su partido. Todos los grupos levantaron la mano en el sí en la moción del PSOE, que se limita a pedir la convocatoria de la comisión de seguimiento de los convenios de 2004, un órgano pensado hace catorce años para decisiones urbanísticas. La abstención de los socialistas y el sí de Marea y el BNG permitió aprobar la propuesta del grupo de Gobierno, que reprueba la actuación de la Xunta y Fomento y apoya las movilizaciones ciudadanas que se hagan, como la que ha convocado la Plataforma en Defensa do Común, con miembros presentes en la sesión plenaria, para el 26 de mayo.

La comisión de seguimiento figura en los convenios de febrero y octubre de 2004. La moción del PSOE a la que dieron el sí todos los partidos calca el texto del segundo de los convenios, firmado por los socialistas Francisco Vázquez y Magdalena Álvarez [este pacto ni se llegó a incorporar al plan general como sí se hizo con el de febrero]. La moción, aprobada por todos los grupos, insta a sentarse a negociar dentro de dicha comisión, "competente específicamente", según el texto de 2004, para "conocer y discutir las soluciones urbanísticas" en los ámbitos portuarios "para el avance del nuevo plan general" (que ya lleva cinco años en vigor).

La moción de Marea, que se aprobó con el sí del BNG y la abstención del PSOE, también incluye la convocatoria de la comisión aunque añadiendo que su objetivo sería "proceder a la imprescindible revisión" de los convenios, algo que optaron por no incluir los socialistas. Según el convenio de octubre de 2004, la comisión estaría formada por un miembro de Fomento, otro del desaparecido Ministerio de Vivienda (que suprime el PSOE en su moción), uno de la Xunta y otro del Concello, uno de Puertos y otro de la Autoridad Portuaria y un último representante de Renfe. Nada dice sobre Adif, entidad dependiente de Fomento que hoy es responsable de las infraestructuras ferroviarias y que no existía cuando se firmó el convenio.

La moción de Marea a la que también se le dio luz verde añade cinco puntos más a la propuesta socialista. El primer punto se centra en "reprobar la deslealtad institucional y la falta de respeto a los vecinos" del presidente de la Xunta y del ministro de Fomento por "excluir y marginar a la ciudad". El segundo insta a las Administraciones firmantes del protocolo a dejar sin efecto el acuerdo, no tramitarlo y "retomar la propuesta de diálogo realizada por el Concello en octubre del año pasado" para la constitución de un consorcio público. Incorpora la moción que "se apoyará cualquier movilización ciudadana" al respecto y demanda a Fomento y Puertos incluir ya en los presupuestos de 2018 el compromiso de financiación del tren a Langosteira, que no figura en el proyecto que presentó el Ejecutivo de Mariano Rajoy el pasado mes.

Los grupos de Marea, PSOE y BNG tuvieron palabras muy críticas para Núñez Feijóo por la exclusión del Concello de un acuerdo que solo defendió en el pleno el Partido Popular, que presentó una moción que cosechó un pleno de noes de sus rivales políticos y que pedía la incorporación del Concello al borrador de convenio redactado por la Xunta y Fomento, que reserva para la Xunta un 51% de los terrenos (y la mayoría para decidir) de Batería y Calvo Sotelo por un pago de 20 millones de euros y que mantiene el aprovechamiento urbanístico para San Diego. La moción rechazada del PP pedía que el Concello comprase parte del 49% restante y que contribuyese a "la determinación de los usos" de esas parcelas.

El edil de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, acusó a la Xunta de haber tratado de "relegar un problema que tenía hasta las elecciones". Señaló que siguen "esperando respuesta" a su propuesta de octubre y comparó la actuación de Feijóo con la "línea de colaboración fructífera" que mantenía Ana Pastor. Varela aseguró que mantienen "los brazos abiertos" al diálogo con la Xunta pero que harán todo lo que esté en sus manos para que el Concello "y la ciudadanía" decidan qué pasará en los muelles.

El edil del PP, Martín Fernández Prado, acusó Marea de plantear un "relato imaginario" y defendió que el acuerdo de la Xunta y Fomento "no toca" las competencias municipales. Criticó a los socialistas por acusar al presidente autonómico de deslealtad cuando el ministro José Blanco y el alcalde Javier Losada firmaron un acuerdo para la intermodal sin la Xunta.

El portavoz socialista, José Manuel García, cree que Núñez Feijóo ha tratado a la ciudad "como si fuese su cortijo" y tildó de "error histórico" para el grupo municipal del PP que ejerza el "papelón" de defender el acuerdo. "Fue un desprecio a los coruñeses y a ustedes", indicó, al tiempo que se preguntó "en qué despacho de San Caetano" se han tasado "los mejores terrenos de la ciudad" para que los compre la Xunta.

La edil del BNG Avia Veira ve en el PP "un sectarismo sin precedentes". Censura que vaya a "poner dinero por terrenos que ya son públicos" y que es "lógico" que vuelvan al Concello cuando dejan de usarse para el fin para el que fueron cedidos por la ciudad. Augura que el acuerdo repite "un modelo ya fracasado en la ciudad, de Palexcos, Cantones y hoteles con pingües beneficios para empresas". Advirtió a Marea de que hubiese impedido el pacto de Xunta y Fomento si hubiese convocado la consulta popular y presentado una propuesta de usos.