Javier Losada recogió de Francisco Vázquez el proyecto de un paso subterráneo como alternativa al viaducto de la ronda de Nelle en la misma zona, el cruce con la plaza de Pontevedra. Los vecinos apoyaban el derribo del paso elevado para los vehículos, pero se negaban a cambiarlo por un túnel. Los comerciantes tampoco estaban de acuerdo y los empresarios se sumaron al rechazo, en marzo de 2007. Entonces el consenso que pedía Losada para afrontar la sustitución solo se daba en la negativa a construir un vial subterráneo.