De todos los polígonos por desarrollar en el plan general, el único que tiene avanzado su ordenamiento urbanístico para construir es el de San Pedro de Visma. Tan avanzado que el área de Rexeneración Urbana tiene difícil intervenir en su "densa edificabilidad", con la que los responsables de la concejalía se muestran "muy críticos". "Hasta donde podamos nos gustaría mejorar el resultado final", indica el concejal responsable, Xiao Varela.

El edil reconoce que, con el ordenamiento tan avanzado, es "complicado" cualquier cambio pero intentarán mitigar el impacto del nuevo barrio, uno de los que mayor número de viviendas puede albergar en virtud del plan general. "Es una herencia del planeamiento pasado, una ordenación que no nos gusta nada, con alturas de hasta veinte pisos al lado de un barrio que tiene ya una edificabilidad muy densa", comenta.

San Pedro de Visma sería el primer polígono de viviendas de la tercera ronda. Ideado en la década de los noventa es, por el momento, uno de los grandes proyectos frustrados de la burbuja inmobiliaria, junto a Someso y el ofimático. Prevé más de 3.500 viviendas. Su tramitación fue larga y siempre compleja, entre otras cuestiones, porque la propiedad del ámbito, de unos 360.000 metros cuadrados está muy atomizada, según fuentes del sector.

El primer proyecto fue aprobado por el pleno en 2002, cuando Salvador Fernández Moreda era concejal de Urbanismo. Su sucesor, José Luis Méndez Romeu, decidió modificar el plan especial con el objetivo de elevar la promoción de viviendas y las zonas verdes y perfeccionar el diseño de la urbanización. Desde el Gobierno municipal socialista de Francisco Vázquez se apuntaba en marzo de 2004, cuando se aprobó de manera inicial el plan parcial, que en 2009 las más de 3.585 viviendas podrían estar concluidas. Años más tarde, en 2008, con Mar Barcón al frente del área de Urbanismo, la socialista aseguraba que los planes del Ejecutivo contemplaban que las obras diesen comienzo a finales de 2009, ignorando el impacto de la crisis inmobiliaria que se avecinaba.

El plan parcial fue modificado en 2005 y 2008. Ese último año fue rechazado por Patrimonio el traslado de la llamada Fuente de los Frailes, por lo que hubo que esperar hasta 2013. Ese año se procedió a cambiar de nuevo el plan parcial para proteger el manantial sin moverlo. Cambiaron la disposición de los bloques y plantearon una pequeña zona verde para integrar el yacimiento, que entre mediados del siglo XVIII y comienzos del XX formó parte del sistema de captación de agua para la ciudad.

Buena parte de los edificios previstos tendrían alturas de entre once y trece plantas, incluido el bajo, aunque con excepciones porque también se planificaron edificios de ocho a dieciséis alturas y un bloque de veinte pisos. Una cuarta parte estaría reservada a zonas verdes, pensadas, entre otras cuestiones, para separar las viviendas de la tercera ronda.

¿Cómo está el desarrollo en este momento? La última noticia que se ha tenido hasta ahora es que la Consellería de Medio Ambiente dio, en junio del pasado año, luz verdeConsellería de Medio Ambiente a la evaluación ambiental del proyecto de urbanización, que concreta la construcción de viales, aparcamientos, zonas verdes y servicios. Ahora las obras deben ser autorizadas por el Concello, para poder ser ejecutadas por los promotores, agrupados en una junta de compensación.

Desde Rexeneración Urbana afirman que enviaron un requerimiento a dicho colectivo de promotores en abril de 2016 y "que aún no tienen respuesta". En la concejalía se han dado "pasos internos" pero aseguran que no se han mantenido una reunión oficial con los propietarios. "Hasta donde podamos nos gustaría mejorar el resultado final", comenta Xiao Varela, que recuerda que hace mucho que se aprobó el plan parcial y que desde entonces ha entrado en vigor la nueva Lei do Solo y la Xunta ha dictaminado que el polígono queda dentro del perímetro de afección de la refinería, por lo que la construcción en él requiere de una tramitación añadida.

Por otro lado, comenta el concejal, se ha realizado un informe sobre la "potencialidad arqueológica" de la zona, "al igual que se hizo en los terrenos de A Maestranza". Y es que no solo está la arqueta de los Frailes en la zona, sino otras partes del bautizado como viaje del agua, restos de la antigua canalización que llegaba a la ciudad y cuyo vestigio más evidente es el acueducto del Paseo de los Puentes.