Para Dama es un sueño cumplido estar hoy (21.30 horas) en el Coliseum. De pequeña, sus muñecas le servían de público y, ahora, asegura que va cumpliendo sueños.

- La música latina, sobre todo la más comercial, suele tener mensajes machistas, ¿tienen ahora la oportunidad de ir cambiando eso las mujeres que interpretan y componen en estos estilos?

-En el género del reguetón más urbano y en el trap sí que tienen letras más de ese estilo, aunque en todos los estilos los hay. El que quiere mete su mensaje y deja la pullita para quien la quiera. Yo utilizo la música para hablar de mis vivencias, cuento historias con las que la gente se pueda sentir identificada. Cada uno que lance el mensaje que quiera, el mío es que se puede hacer bachata, incluso un trap, sin ser machista ni feminista, sin llegar a extremos. Yo llevo escuchando música latina toda la vida y ahora es el momento de todos nosotros porque se está apostando por ello y porque es el momento de la evolución y de la fusión.

- ¿Y qué cantará hoy?

-Mi bachata Duele, voy a cantar también una versión de Los Limones, El canto de la sirena, que la hice en bachata, otras versiones y, por supuesto, La moto.

- ¿Es más complicado para una artista abrirse camino en esta época fuera de los programas de televisión?

-Yo creo que la música siempre ha sido complicada porque es una carrera sin fondo y no hay límite ni estabilidad. Es luchar y luchar y luchar. Lo importante es tener cabeza porque pueden pasar muchos años hasta que pasa algo, si es que pasa. Yo siempre digo que hay que seguir el sueño de cada uno, aunque es muy difícil. Recuerdo que, de pequeña, ponía las muñecas enfrente del espejo de la habitación de mis padres, como si fuesen mi público, y les daba unos conciertazos que me tenía que llamar mi madre a cenar. Me ponía a Celia Cruz, a Thalía, a las Spice Girls... De todo.

- Pero ahora le va bien...

-Ahora, pero es una carrera muy dura. Hay un día en el que te sale algo bien y, al siguiente, se da todo la vuelta. Yo siempre digo que lo importante es seguir trabajando. Yo no me imaginé nunca que podría abrir un concierto de Romeo Santos, que es uno de mis cantantes preferidos, y yo ya no soy ninguna niña, que ya tengo treinta años y un hijo... No hay una clave, no se sabe cuándo va a llegar.

- ¿Se puede llegar a perder la ilusión y la confianza en una misma con tanta espera?

-Yo confío en mí misma y en todo lo que puedo dar, pero sí que es cierto que va todo muy lento y te desesperas y te preguntas si merece la pena seguir.

- ¿Le quedan muchos sueños por cumplir?

-Muchos, me gustaría quedarme como estoy. Tener al lado a un artista tan grande como Descemer Bueno es muy importante para mí, porque ahora viene aprender, compartir, evolucionar como cantante y como persona. Ahora estoy en un punto de pensar, ¿qué pasará? Porque con Descemer nunca se sabe.