Meterse detrás de una ambulancia que acaba de poner la sirena para salir rápido de un atasco es un clásico conocido por muchos conductores. Pero desde esta semana pasada también ha saltado la picardía de los conductores con los autobuses. Debido a las obras la calle de la Torre, los buses de Tranvías no pueden bajar por esta vía y tienen que dar un rodeo por Curros Enríquez y de ahí a Zalaeta. Al final de esta calle existe una señal que prohíbe girar a la izquierda, hacia la calle Hospital, pero los buses sí tienen autorización a hacerlo mientras duren las obras, y los coches aprovechan y se cuelan también detrás.