Por segunda vez desde que Hércules de Armamentos se hizo con la concesión de la fábrica de armas, las instalaciones de Pedralonga se quedan sin servicio de seguridad. La razón, la misma que en noviembre de 2015, según denuncia el sindicato UGT, que informa de que el pasado día 10 la empresa concesionaria de la vigilancia, Tepol, ordenó a sus trabajadores abandonar el servicio "por impagos de Hércules de Armamento".

La Federación de servicios, movilidad y consumo de UGT en A Coruña ha presentado denuncias ante la Subdelegación del Gobierno, la Intervención de Armas de la Guardia Civil, la Unidad de Seguridad Privada de la Policía Nacional, la Delegación de Defensa y la Inspección de Trabajo y la Seguridad Social.

Las instalaciones de la fábrica son consideradas "de carácter crítico", ya que en ellas hay maquinaria con la que se podrían fabricar armas. UGT recuerda además que hay decretado un nivel cuatro de alerta terrorista, al tiempo que denuncia un "deterioro" del complejo. A los vigilantes se les adeudan las nóminas de marzo y abril, además de otra serie de atrasos. El sindicato solicita la "intervención inmediata" del Ministerio de Defensa como propietario de las instalaciones. El pasado abril, las empresas que suministran el agua y la luz cortaron el suministro por no liquidar las facturas.

En noviembre de 2015, la empresa ya se había quedado sin vigilancia por impagos a la subcontrata anterior, lo que llevó a Defensa a prohibir de forma temporal la producción de armas. Ni Defensa ni la comisión de seguimiento han encontrado irregularidades para retirar la concesión, informaron en marzo.