La antigua Comandancia de Obras se ha quedado sin los okupas que hacían uso de sus naves desde noviembre de 2016. No sin polémica por el plazo dado por el Concello para su desalojo, resistencia ni incidentes violentos. El Ayuntamiento dio ayer por recuperadas las instalaciones cedidas a comienzos de este año por el Ministerio de Defensa, donde prevé poner en marcha un complejo de actividades para los jóvenes, tras ejecutar el desalojo del Centro Social Okupado A Insumisa.

Agentes de la Policía Local entraron en Comandancia a primera hora de la mañana, cuando no había nadie en ellas, y desde ese momento impidieron el paso a sus usuarios, que se fueron concentrando en el exterior durante todo el día. Una carga de efectivos del 092 al mediodía tras el intento de un grupo de personas de acceder al interior se saldó con varios heridos entre policías locales y miembros del colectivo. A las ocho de la tarde, se convocó frente al lugar una manifestación vigilada por numerosos agentes nacionales y locales, en la que se produjeron dos cargas del 091 y hubo más heridos.

18

La policía de A Coruña recupera la Comandancia sin okupas

La jornada estuvo marcada por la presencia continua de okupas de Comandancia y simpatizantes que desde hace un año y medio los han apoyado ante la puerta de acceso a las naves, en la avenida de Metrosidero. Un dispositivo del 092, con una decena de agentes en la calle y otro grupo en el interior, custodió y entró en las instalaciones desde las nueve de la mañana. Dos furgones de la Policía Nacional se apostaron enfrente, junto al cuartel de Atocha, se marcharon dos horas después ante la calma de la situación y regresaron pasadas las 13.30 en mayor número, cuando se produjo el intento de varias personas de entrar en las naves y dos jóvenes se encaramaron a uno de los tejados, donde permanecieron todo el día.

Ese fue uno de los momentos de mayor tensión, motivado por un corte de tráfico causado por un grupo de manifestantes que obligó a los policías a apartarse unos metros de la puerta principal de Comandancia para recuperar el orden. Esa maniobra fue aprovechada por dos chicas para subirse a un tejado y por un grupo más numeroso de personas para tratar de acceder a las instalaciones. Entre empujones mutuos algún policía cargó con violencia para cortar el paso sobre los manifestantes, entre los que algún integrante portaba un palo. Dos agentes resultaron heridos, uno con una brecha en la cabeza y otro con un corte en la cara. También sufrieron heridas al menos tres okupas o personas de su entorno, que fueron atendidas por una ambulancia y trasladadas a un hospital. A Insumisa difundió a través de redes sociales que el número de heridos del colectivo por golpes en el cuerpo o uso de gases fue de once.

30

El 091 carga contra manifestantes por el desalojo de Comandancia

Desde este incidente se reforzó la presencia policial en la zona, con al menos una decena de antidisturbios en la mediana de la calle y más agentes del 092 en las inmediaciones. A media tarde algunos okupas lanzaron botellas de agua y piezas de fruta a las chicas subidas al tejada, con las cabezas cubiertas para protegerse del sol, y se enfrentaron a policías plantados en la mediana de la calle por no dejarles aproximarse hasta las naves, aunque minutos después los agentes les dijeron que ellos mismos permitirían refrescarse a las chicas.

El plazo dado a los miembros de A Insumisa para abandonar voluntariamente las naves fue el motivo que perturbó el procedimiento de recuperación de las instalaciones, que a media mañana el Concello consideró que se había hecho "de la mejor de las maneras posibles". El abogado que representa al colectivo, Antonio Vázquez, comentó en la puerta de Comandancia que el plazo para dejar libre el recinto concluía ayer a medianoche, por lo que el desalojo de la mañana, pese a no haber nadie en el interior, estaba siendo ilegal. La última notificación dada a los usuarios para salir de los edificios, explicó, se había emitido el 10 de mayo "a personas desconocidas e inciertas", sin que por tanto se hubiera cumplido aún el plazo de ocho días hábiles. Avanzó por ello que estudiaría emprender acciones judiciales contra el Concello por "infracciones jurídicas".

La responsable de Seguridade Cidadá, Rocío Fraga, explicó poco después en María Pita, y también antes de los incidentes, que la notificación del abandono de Comandancia, recogida por dos personas que se declararon usuarias de las naves, se había emitido el pasado 27 de abril y que la publicación en el BOE del escrito del 10 de mayo, que recoge la desestimación de las alegaciones presentadas previamente contra la orden de desalojo, tiene "carácter complementario para informar a otras personas interesadas además de a los usuarios" de las naves. Fraga recalcó que la Asesoría Jurídica municipal avala la notificación del 27 de abril y el plazo para el desalojo de ocho días marcado a partir de esa fecha, un límite que el Concello amplió, explicó la edil de Igualdade, para que los miembros de A Insumisa pudieron retirar sus pertenencias de las antiguas instalaciones militares.

Policías locales pidieron ayer por la mañana a los okupas que hicieran un listado con propiedades que aún tuvieran en las naves para que los agentes que las inspeccionaban las apartasen y llevasen posteriormente a un furgón contratado, del cual más tarde los usuarios de Comandancia las recogerían.

La forma en cómo el Gobierno local desalojó Comandancia no gustó a los grupos municipales del BNG y el PP. Los nacionalistas lamentaron en una nota que el Concello ejecutara el fin de la okupación "antes de agotar todas las vías del diálogo" y consideró "desproporcionado" el despliegue policial con "cargas en una concentración de solidaridad". La portavoz popular, Rosa Gallego, criticó en su perfil de Twitter la "improvisación" del procedimiento y la tardanza del Concello en actuar para desalojar a los okupas.

Fuentes municipales señalan que la actuación de la Policía Local en los incidentes de por la mañana tuvieron como fin la "custodia de un bien de dominio público" en la que los agentes actuaron "ante un intento de entrar por la fuerza" en las naves. Marea Atlántica emitió un comunicado en el que opina que lo ocurrido ayer durante el desalojo "es una señal de fracaso colectivo": "No fuimos capaces, por más que intentamos el diálogo, de llegar a un entendimiento". Marea decidió suspender un acto mañana en el que se iba a debatir sobre la gestión de espacios okupados.

Con la recuperación de Comandancia, el Concello depende ahora de Fomento para disponer de parte de las instalaciones, que serán reformadas por el Ministerio por un millón de euros en un plazo previsto de 16 meses, y desarrollar su proyecto Naves de Metrosidero en un complejo pensado para que celebrar actividades sociales, culturales y deportivas para la juventud. La responsable de Seguridade Cidadá comentó que las obras comenzarán cuando el Gobierno estatal firme el acta de replanteo y la adjudicataria acceda a Comandancia para iniciar los trabajos. A ambos, añadió Fraga, se les notificó ayer el procedimiento de desalojo. En enero pasado técnicos de Fomento, del Concello y de la empresa firmaron un acta de replanteo negativa y suspendieron el comienzo de la obra hasta poder entrar en las instalaciones.