José Manuel Gutiérrez.A CoruñaLa expansión urbanística de A Coruña por el valle de Elviña en los años sesenta y setenta derivó en la aparición de estos dos barrios, caracterizados por su estructuración en calles amplias y ajardinadas y con la avenida de Alfonso Molina como eje que vertebra toda esta zona del municipio.Lo que en un principio se había concebido como un modelo de urbanismo eficaz, empezó pronto a revelar sus deficiencias. El trazado del Barrio de las Flores sobre una ladera cuyos desniveles se salvan con escaleras hace que la circulación, tanto a pie como en vehículos, sea muy dificultosa.Las plazas interiores y los numerosos jardines en esa misma zona han servido además para que grupos de delincuentes se refugien en estos espacios, así como para la proliferación de gatos, alimentados por vecinos que no son conscientes del problema sanitario que crean estos animales.Elviña ha visto por su parte como su antiguo mercado ha sido sustituido por un centro comercial -todavía en fase de consolidación- que alberga también a los antiguos placeros. La mejora de las instalaciones supuso sin embargo la desaparición de un jardín adyacente y de la sede de la entidad vecinal del barrio, que desde entonces se aloja bajo el graderío del campo de fútbol de la antigua Leyma, a la espera de que el Ayuntamiento cumpla su promesa de proporcionarle un nuevo local para desarrollar sus actividades.