El curso universitario ha comenzado con polémica, después de que el catedrático de la Facultad de Ciencias Económicas y ex consejero delegado de Inditex, José María Castellanos, cuestionara el sistema universitario en el discurso que pronunció durante el acto de apertura. La necesidad de potenciar la relación de las facultades con las empresas, la dedicación de demasiados medios y dinero a carreras con pocos matriculados y el excesivo poder que tienen los alumnos en el proceso de toma de decisiones fueron algunas de las opiniones de Castellanos que generaron discrepancias entre el profesorado.

"Existen medios para formar a 10.000 titulados en Filología Gallega, aunque después sólo haya cinco matriculados", denunció el catedrático para ejemplificar lo que considera un reparto poco eficiente de las inversiones.

Castellanos, uno de los artífices del milagro económico de Inditex, advirtió ante el público que se congregó en el paraninfo de la Universidad de que los actuales planes de estudios no preparan a los alumnos para competir en el mercado laboral, una afirmación que le sirvió para recalcar que el sector privado debe tener una mayor presencia en las facultades.

"A mí la Universidad no me preparó para trabajar, pero eso sigue siendo un problema hoy en día. No se pueden impartir en algunas carreras clases de lunes a miércoles cuando a los licenciados se les exigirá que trabajen toda la semana y durante más horas. Los horarios producen un desfase entre la vida académica y la profesional", lamentó.

Los informes que manejan las autoridades universitarias demuestran que cada año hay 5.000 alumnos que prefieren salir de Galicia para estudiar la carrera y otros tantos que, a pesar de cursar sus estudios superiores en la comunidad, escogen un trabajo fuera.

Castellanos anunció este dato justo antes de criticar la actitud de la Xunta, a la que acusa de frenar la implantación de nuevas titulaciones. "Muchos tienen que salir fuera para cursar estudios que aquí no existen", expuso.

Los alumnos tampoco salieron bien parados en el discurso inaugural del curso académico. Castellanos los acusó de afrontar sus estudios con poca motivación y recordó que un 30% de los matriculados en las facultades de la ciudad consideran que se han equivocado al elegir la carrera.

"Me imagino lo duro que tiene que ser después pasar una vida trabajando en algo que a uno no le gusta. Yo les recomendaría que estudien lo que les guste, aunque al principio no le vean demasiada utilidad", comentó.

Castellanos también se mostró contrario a que los alumnos tengan la posibilidad de participar en votaciones previas a la toma de determinadas decisiones. El catedrático habló de la imposición en la sociedad de "un exceso de democracia" que tiene repercusiones negativas en el ámbito universitario.

"La labor del alumno no es votar sobre materias de gestor que no conoce y tampoco me parece bien que los bedeles puedan participar en la elección de un emérito. Es como si un cirujano le pidiera una opinión a un camillero", comentó.

Opiniones enfrentadas

"La Universidad tiene que funcionar como una empresa", sentenció Castellanos en una de las frases de su discurso que más discrepancias suscitaron entre los profesores que asistieron al acto. La afirmación del ponente sobre la conveniencia de que las empresas entren de lleno en el sistema universitario enfrentó a los profesores de las licenciaturas de letras y a los de ciencias.

Los primeros recuerdan que no todas las carreras tienen por qué mantener una relación con las empresas y que licenciaturas como las filologías, en contra de lo que manifestó Castellanos, deben mantenerse "para salvaguardar la cultura" aunque el número de matriculados sea bajo.

"La empresa se adapta bien a unas carreras, pero otras las pervierte", declaró un catedrático de Ética al terminar el acto.

Los profesores de las facultades de ciencias, sin embargo, coinciden mayoritariamente con el catedrático que pronunció el discurso inaugural y creen que la participación del sector privado incrementará las posibilidades de inserción laboral de los alumnos y dotará a la Universidad de un mayor prestigio."Estoy de acuerdo en que debemos colaborar más con las empresas", comentó un profesor de la Escuela Politécnica Superior.

La polémica entre los defensores y los detractores del profesor Castellanos fue tal que algunos de los que ocuparon los asientos del salón de actos ni siquiera se atrevieron a disertar sobre el discurso. "Prefiero no opinar, porque si digo lo que pienso de lo que acabo de escuchar me van a llamar polemista", declaró visiblemente enfadado un catedrático.

José María Castellanos, que habló durante más de una hora, intentó suavizar la crudeza de su discurso mediante el relato de anécdotas personales e históricas que contribuyeron a rebajar la tensión en el auditorio.

Los especialistas en Humanidades, muy enojados después de que Castellanos utilizara como ejemplo de carrera con escasa demanda una filología, detectaron una de las anécdotas de la inauguración que pasó desapercibida para la mayor parte del público. Comentaron que el ponente rebautizó al filósofo José Antonio de Molina como "de Marina" y atribuyó a Edgar Allan Poe un suceso que protagonizó Bernard Shaw.

"Seguro que si hubiera estudiado Humanidades no habría cometido esos errores", bromeó un catedrático.

El intenso debate que mantenían distintos grupos de profesores a la salida del salón de actos contrastó con la tranquilidad y las sonrisas de los representantes del Ayuntamiento y de las instituciones locales que no quisieron faltar al solemne acto que marca el inicio de las clases en la Universidad. La mayoría de los concejales del Gobierno local -con la ausencia destacada del alcalde, Javier Losada-; el subdelegado del Gobierno, José Manuel Pose Mesura; representantes de la Iglesia como el arzobispo Julián Barrio y juristas como el presidente de la Audiencia, José Luis Seoane Spiegelberg, y el fiscal superior, Carlos Varela, fueron algunos los rostros conocidos que asistieron a la inauguración.

Las palabras críticas del catedrático elegido para pronunciar el discurso inaugural previo a la intervención del rector fue lo más llamativo de un acto que, como manda la tradición, comenzó con el Gaudeamus Igitur.

La letra y los acordes del himno universitario hicieron que todos los asistentes se levantaran de sus asientos y que algunos, nostálgicos de su etapa en las aulas, se atrevieran incluso a entonar alguna estrofa.

La música también sirvió para poner fin a la ceremonia, momento en que los asistentes volvieron a demostrar sus dotes para la canción al ritmo de la música del himno gallego.

Los asistentes constataron una contradicción que ya ocurre desde hace algunos años: la ausencia de alumnos entre el público. El acto que teóricamente debería servir para dar la bienvenida a los recién llegados a las facultades se ha convertido en una fiesta para profesores y personajes conocidos.

Todos los asistentes a la ceremonia compartieron un aperitivo después de haber escuchado las alocuciones de José María Castellanos y de Barja. Los profesores reunidos alrededor de las mesas, además de proseguir la discusión que originó el discurso, debatieron sobre las reuniones que deberán mantener durante este curso para adaptar los planes al proceso de Bolonia.

Barja exige un plan de financiación que evalúe los resultados de gestión

El rector de la Universidad, José María Barja, centró su discurso en la necesidad de acordar un nuevo plan de financiación con las administraciones y en la necesidad de proseguir con la adaptación de los planes de estudios al proceso de Bolonia de convergencia Europea.

Barja manifestó su deseo de que las negociaciones para la financiación, que comenzarán "dentro de unos meses", terminen con la creación de un plan que no ignore "los resultados de gestión de los diferentes centros". El rector comentó orgulloso el buen estado de las cuentas de la Universidad coruñesa y destacó que los éxitos en la planificación serán presentados durante las conversaciones con el Gobierno autonómico.

"En esa negociación, la Universidade da Coruña presentará como un valor objetivo la eficiencia en la gestión, la planificación y el rendimiento de las cuentas, tal y como se viene haciendo en los últimos años", comentó José María Barja durante su alocución.

El rector también manifestó su deseo de que el Gobierno central cumpla su compromiso de destinar el 1,5% del Producto Interior Bruto a la educación superior. "Nos gustaría que, de una vez por todas, los buenos propósitos despejen la incertidumbre y las graves carencias de las universidades españolas para poder competir dentro y fuera de Europa", expuso.

José María Barja criticó el actual sistema de financiación de las universidades que, según explicó, genera "inaceptables asimetrías".

Barja transmitió también en su discurso su opinión sobre el esfuerzo que será necesario para adaptar los planes de estudio de las distintas titulaciones al espacio común europeo. El rector destacó que durante este curso se impartirán dos titulaciones, Terapia Ocupacional y Sociología, que ya han sido adaptadas al denominado proceso de Bolonia.

"Lo que preocupa de un modo más inmediato a nuestro personal docente e investigador -especialmente a las personas con responsabilidades de gobierno en los centros- es la transformación de las titulaciones, de todas las titulaciones, configuradas según las directrices de la convergencia europea", comentó.

El rector discrepó en su discurso con el catedrático José María Castellanos, que intervino antes que Barja y que restó importancia al plan de financiación. "Todo el debate se centra en conseguir financiación, en lugar de tratar de esclarecer cómo se debe hacer el reparto en términos de eficacia", dijo Castellanos.

Barja, a pesar de esta discrepancia y de las críticas de Castellanos al sistema universitario, no dudó en felicitar al catedrático y en agradecer su presencia en el acto de inauguración del curso. "Estoy muy agradecido al profesor don José María Castellanos por haber aceptado pronunciar la lección inaugural, a pesar de las complicaciones de su agenda empresarial. Su prestigio internacional le añade un suplemento de interés a sus reflexiones", declaró.

-Gustavo Rego, Profesor de Económicas"Es muy complicado cambiar el sistema de un año a otro"

"El discurso de Castellanos está basado en su experiencia personal. Resultó interesante porque transmitió críticas y no sólo autocomplacencia. Creo que es muy complicado cambiar el sistema de un año a otro".

-Jorge Teijeiro, Ciencias de la Salud"El discurso de Castellanos analiza muy bien la realidad"

"Creo que el discurso de Castellanos analiza muy bien la realidad de la Universidad. Los grandes retos son la conexión con el mercado laboral, el idioma y la flexibilidad de titulaciones. Nosotros ya empezamos con plan nuevo".

-José Luis Tasset, Decano de Humanidades"Hay factores culturales anteriores a la empresa"

"Espero que los nuevos planes sirvan para atraer más alumnos porque la demanda es muy baja. Discrepo del discurso de Castellanos porque hay factores culturales anteriores a la empresa que hay que proteger".

-Salvador Naya, Escuela Politécnica Superior"Tenemos que colaborar más con el sector privado"

"Castellanos solicitó la presencia de las empresas y yo estoy de acuerdo. Tenemos que colaborar más con el sector privado. El reto fundamental será implantar los nuevos planes de estudios. Habrá que reunirse mucho".

-Berta Guijarro, Profesora de Informática"La Universidad debe estar más próxima a la sociedad"

"Me gustó el discurso porque me parece bien que haya polémica. Yo creo que la Universidad debe estar más

próxima a la sociedad. Estoy a favor de que se incremente la colaboración con la iniciativa privada".