Redacción.A CoruñaLa Asociación de Vecinos de la Ciudad Vieja no se ha mostrado del todo de acuerdo con la posibilidad de concentrar la práctica del botellón en una sola zona de la ciudad, tal como propuso el subdelegado del Gobierno en Galicia, José Manuel Pose Mesura."Tiene sus ventajas e inconvenientes [habilitar un punto concreto para el botellón] pero es que se pueden formar guetos, es engañoso", afirmó la presidenta de la agrupación vecinal del casco histórico, Rosa Quiroga. La Ciudad Vieja sólo vería factible la opción planteada por el subdelegado del Gobierno si "se respeta el descanso de los vecinos".La asociación vecinal del centro histórico es una de las más activas en la lucha contra la posibilidad de beber en la calle. Los vecinos iniciaron hace tres meses una campaña de recogida de firmas para denunciar la proliferación del botellón y exigir al Ayuntamiento que impida la venta de alcohol en la vía pública, así como el nivel excesivo de ruido. Los vecinos ya entregaron en el Concello trescientos apoyos."Sólo queremos que [el Ayuntamiento] aplique la normativa vigente y mida el nivel de decibelios. Aquí la gente no duerme y deja la calle llena de suciedad", apuntó Rosa Quiroga. La asociación vecinal ya había denunciado cuando empezó a recoger apoyos que existía un "descontento generalizado" en el barrio por esta práctica y demandó que el Ayuntamiento hiciese cumplir la ordenanza medioambiental en materia de ruidos.La campaña de recogida de firmas coincidió en el tiempo con un fallo judicial en el que se condenó al Gobierno local a indemnizar a un vecino de la plaza de Azcárraga con 30.000 euros -cinco millones de las antiguas pesetas-. El juez entendió que el Ayuntamiento había permitido que, entre 1989 y 2003, los bares que se abrieron en el bajo del número 2 de la plaza de Azcárraga triplicasen el nivel de ruido permitido, incumpliesen el horario de cierre e incluso llegasen a permanecer abiertos sin licencia municipal.