Gemma Malvido.A CoruñaLa zarzuela El barberillo de lavapiés puso el broche final a las actuaciones en la plaza de María Pita durante este mes de festejos.Una mezcla de música, maquillaje, voces y vestuario unidos en un mismo escenario para dar vida a la historia de Paloma y Lamparilla, escrita por Luis Mariano de Larra y Federico Asenjo Barbieri y llevada al público de la ciudad por el director de escena y de la compañía Ofelia Nieto, Antón de Santiago.Esta formación despidió, un año más, con música, baile e interpretación, el mes de festejos de la ciudad.Fueron cerca de 3.500 personas las que se reunieron ayer, a partir de las nueve y media de la noche, ocupando gradas y sillas, en la plaza de María Pita, para dar por terminados estos treinta días dedicados a la heroína de la ciudad y a su esfuerzo por evitar la invasión de los ingleses.En el foso de la plaza del Ayuntamiento, debutó, acompañando a los cantantes -procedentes de la compañía Apropósitos Nito- la Orquesta del Circo de Artesanos, dirigida por el maestro Juan Pérez Berná. Una presencia que, para los miembros de ambas entidades constituye "la recuperación de uno de los símbolos" de la sociedad coruñesa.La mezzosoprano María José Ladra, en el papel de Paloma; el tenor Pablo Carballido, encarnando a Lamparilla; y la joven soprano Alba López, que cantó las partituras de la Marquesita del Bierzo, encontraron en el público coruñés su mejor aliado para dar vida a esta zarzuela.