A. Pérez / A. Blasco.Oleiros

La asociación de vecinos de Anduriña ha elevado la voz ante el miedo a que ciertas viviendas del casco viejo de la parroquia de Santa María de Oleiros se vengan a abajo.

El colectivo vecinal denuncia el mal estado en el que se encuentran las fachadas de varias casas de esta zona, que califican de "auténticas ruinas que amenazan con caer".

Un árbol centenario es el motivo de que el muro de la finca Villa María del Carmen, ubicada en la carretera de Fonte de Ouro, se resquebraje. Los vecinos señalan que los propietarios quieren arreglarlo, para lo que precisan talar el árbol. Sin embargo, el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, no permite que se lleve a cabo esta actuación por la condición de centenario del árbol.

Los vecinos ponen por delante la vida de los seres humanos. "Esta asociación, como la mayoría de la gente, estamos en contra de la tala de árboles -sostienen desde Anduriña-, pero nunca cuando un árbol puede producir una desgracia, por muy centenario que sea".

El tráfico rodado que aumenta día a día en la carretera de Fonte do Ouro, por tratarse de un vial de paso hacia el polígono industrial de Iñás, es otra de las causas del deterioro del muro, según el colectivo vecinal. "La grieta cada día se abre más y el peso de los camiones ayuda a resquebrajar el muro", critican. Otra de las viviendas que generan una situación de peligro para los transeúntes y vehículos se encuentra en la avenida principal de la parroquia de Santa María de Oleiros y donde se encuentra una parada de taxis: la calle Ramón Núñez Montero. Días atrás, el inmueble afectado ha tenido que ser vallado por la Policía local ante el riesgo de desprendimientos.

Medidas

El colectivo vecinal amenaza con acudir con su caso al Defensor del pueblo, si el Gobierno local de Oleiros no les ofrece una solución.