Pablo López.A Coruña

La policía evitó ayer el segundo intento de suicidio del joven Daniel B.N., que se lanzó al mar en la playa de Riazor y que el pasado 15 de noviembre ya había intentado quitarse la vida arrojándose al vacío en el falso túnel de Os Castros.

Según ha podido saber el diario LA OPINIÓN, el joven llamó a su padre y le comunicó su intención de tirarse al mar. Los agentes acudieron al lugar alrededor de las 09.00 horas, tras haber sido informados por el propio padre de Daniel.

Cuando los policías llegaron al lugar, el joven ya estaba en el agua, por lo que dos agentes se lanzaron al mar con la intención de rescatarlo.

Los esfuerzos de Daniel por adentrarse mar adentro y la fuerza de las olas dificultaron enormemente la operación de rescate, lo que forzó la intervención de otros tres miembros de las fuerzas de seguridad, que saltaron al agua para ayudar a sus compañeros en el forcejeo que mantenían con el joven.

Tras varios minutos de tensión y de incertidumbre, los policías consiguieron frustrar el intento de suicidio y sacaron al joven fuera del agua.

Entre los agentes que participaron en el dispositivo se encontraban algunos de los que ya habían evitado el anterior intento de suicidio de Daniel B.N.

En la anterior ocasión, en el mes de noviembre, fueron los transeúntes quienes llamaron a la policía para informar de que el joven de Os Castros amenazaba con tirarse al vacío en el falso túnel que existe en su barrio.

El motivo de este primer intento fue, según su familia, su depresión tras haber sido despedido en la panadería donde trabajaba.

La principal diferencia entre ambos sucesos es que, en esta ocasión, el joven saltó al mar antes de la llegada de los policías al lugar. En su primer intento, Daniel no había conseguido cumplir sus amenazas y lanzarse al vacío, ya que los agentes habían aprovechado un momento en el que estaba descuidado para agarrarlo fuertemente y sacarlo de la zona de peligro.